Cinco mujeres han sido asesinadas por violencia machista este fin de semana, que se suman a las ocho mujeres a las que sus asesinos machistas arrebataron las vidas en los dos fines de semana anteriores. Es indudable que en este periodo, por diferentes razones que urge analizar, las mujeres estamos más expuestas a la violencia machista. Cada crimen machista es una muestra más de que algo está fallando en esta sociedad.
Contra los discursos negacionistas de la violencia machista
Sin duda, los discursos negacionistas y la relativización de la violencia que se ejerce contra las mujeres están agravando la situación de sometimiento machista en la que desgraciadamente viven muchísimas mujeres y sus hijas e hijos. Además, la dramática situación de escalada de violencia machista pone de manifiesto que se necesita una revisión de las políticas de lucha contra esta lacra para hacerlas más eficaces.
No obstante, la evidencia no solo nos debe servir para la retórica, sino también para la exigencia y el compromiso, con unos principios con la igualdad y la educación en valores que tienen que impregnar al conjunto de las instituciones públicas y sociales. Las Comisiones Obreras son, en este sentido, un instrumento indispensable para hacer llegar a los centros de trabajo un mensaje de denuncia y de compromiso contra las violencias machistas y para recordar que muchas mujeres en este periodo pueden encontrarse en un momento de aislamiento de sus soportes vitales.
También el sindicato es esencial para recordar a las diferentes fuerzas políticas la necesidad de reaccionar para impedir que las ideas negacionistas de la extrema derecha parasiten las instituciones y para que se recupere la unidad política existente anterior a la constitución de los gobiernos de la vergüenza, que es imprescindible también ponerlos fin a todos los niveles.