La Junta de Comunidades -en boca del director general de Mayores, Personas con Discapacidad y Dependientes, Juan José García Ferrer– ha asegurado que con la nueva Ley de Garantía de los Derechos de las Personas con Discapacidad en Castilla-La Mancha la Atención Temprana que reciben los niños de tres a seis años está asegurada. Así lo indicaba a este diario después de que un grupo de madres talaveranas haya creado en la plataforma Change.org una recogida de firmas ante su temor de que esta atención se vea mermada de aquí a unos años.
Las comunidades autónomas acordaron recientemente incluir en la Atención Temprana dos «principios claves»: la transversalidad, con la intervención de los ámbitos educativo, sanitario y social; y el entorno natural, esto es, que los trabajos con el menor se lleven a cabo en su entorno habitual. El director general ponía de manifiesto que esto significa que de cero a tres años, si bien los niños seguirán en el Centro Base, las familias contarán con más apoyo para continuar con las terapias en casa. En una segunda fase, de tres a seis años, la atención se trasladará a los centros educativos.
En concreto, el artículo 38 de la ley señala que «el proceso de detección de los niños objeto de Atención Temprana corresponde prioritariamente a los sistemas sanitario, social y educativo. La intervención en el ámbito social se realizará desde la deteccion hasta la escolarización del menor, momento a partir del cual el proceso de intervencion continuará en el ámbito educativo». Es este punto el que suscita los temores del grupo de madres talaveranas que ha acudido a Change.org pues, aunque comparten la idea de que el centro escolar es el ámbito ideal para la Atención Temprana, «tememos encontrarnos ante una declaración de principios que no se vea acompañada de las medidas reales, de los recursos suficientes para hacerla realidad». Añaden que «se crean grandes expectativas y se encomiendan hacerlas realidad al sistema educativo sin dotarlo de los medios suficientes. Los perjudicados van a ser los niños de tres a seis años que no van a tener más oportunidad que la que pueda proporcionarles el poder adquisitivo de sus familias».
A este respecto, el director general del Gobierno regional respondía señalando que todos los profesionales coinciden en los beneficios del «entorno natural» y que desde los tres años ese entorno será el colegio, por lo que será Educación la que a partir de entonces deberá intervenir más activamente en la Atención Temprana. Asegura que «ningún niño quedará desatendido y no perderá los apoyos», para lo cual es necesario hacer un desarrollo reglamentario en el que, «con el consenso del sector», se especifique cómo se darán esos apoyos en la escuela. Añade que «si en los colegios faltan profesionales, se contratarán».
Considera que entre los objetivos está evitar duplicidades, delimitar las competencias de cada departamento administrativo y, sobre todo, llegar al mayor número posible de niños con la mayor eficiencia.
García Ferrer -que considera este modelo mucho más beneficioso para el niño que otros como el andaluz en el que se da prioridad al ámbito sanitario- hacía balance de estos últimos años afirmando que «ahora atendemos a un 30 por 100 más de niños».