Juan José Abascal, más conocido como Curro, es una de las personas más populares del pulso callejero de la ciudad de Toledo. Este hostelero desde hace meses sigue a la Selección Española con su bombo, relevando, en parte y sin querer, al querido Manolo el del bombo.
Nos recibe, junto a su hija Alejandra, y nos cuenta cómo ha sido su experiencia y la emoción de los últimos días.
Curro y «su» bombo
«Yo en todo caso sería Curro y su bombo. Manolo tiene su historia. De hecho, en el último partido estuvo animando conmigo. Es otra cosa diferente, yo voy a otro rollo, a otra historia, para seguir animando. Como él ya cada vez puede animar menos, nada mejor que un toledano ahí, dándolo todo con la selección». Esto responde ante la inevitable pregunta.
Esto empezó en Qatar cuando Manolo no pudo ir y compró un bombo para que la peña a la que pertenecía Curro, ‘Marea Roja Fans‘, pudiera suplir su labor. A partir de ahí el toledano empezó a tocar en Georgia, la Nations League, en Escocia… Pero una pequeña desavenencia con la peña hizo que Curro decidiera ir por libre. Se compró su bombo y a darlo todo.
Pero Curro explica que lleva siguiendo a la selección desde hace más tiempo, aunque sin el bombo. De hecho, estuvo en la Eurocopa de Polonia y Ucrania, y tampoco falló en el Mundial de Sidney Femenino, en el verano de 2023, cuando las españolas lograron convertirse en las reinas.
Un «minibombo» para la pequeña Alejandra
El toledano es consciente de la expectación que está causando en la ciudad. Todo el mundo al que se encuentra por las calles le comenta algo referente al tema, «incluso la gente que no me cae muy bien». Y sonríe especialmente al referirse a los padres con los hijos, a quiénes dicen cuando se lo topan «este es el que vimos por la tele». Explica que en esos momentos se siente «muy orgulloso, muy emocionado…»
«A la próxima vez a ver si nos llevamos a la niña», cuenta refiriéndose a su pequeña hija, Alejandra, que también nos acompaña en este encuentro. La pequeña sonríe y asiente entusiasmada a lo que quiere hacer su padre: comprarle un minibombo para que animen juntos los dos a La Roja siempre que se pueda. El dúo del bombo suena muy divertido.
Orgulloso de dar imagen a la ciudad de Toledo
Curro no se define como un «hooligan» pero sí reconoce que es aficionado al fútbol y al deporte en general. Además, aprovecha que eso le permite viajar bastante para conocer, aunque sea un poco, países en los que nunca había estado. Ahora llegan las Olimpiadas, pero Curro explica que tiene que trabajar, «aunque si llegamos a la semifinal, iremos seguramente a verlo».
Foto: Rebeca Arango.
Se siente muy orgulloso de ser, de alguna forma, imagen de la ciudad de Toledo. «Nos parece estupendo que la gente nos conozca por el mundo de esta forma que es superdivertida, sana». Es consciente de la importancia del turismo, entre otros motivos, porque actualmente regenta el bar Tierra, en la plaza de Barrio Rey, a escasos metros de Zocodover. Una de las zonas con más flujo de visitantes de la ciudad.
Una noche especial
Curro dice que su «experiencia en Alemania ha sido muy buena. Había mucha afición concentrada y normalmente las aficiones no se juntan, aquí sí. Y ha sido muy edificante, no ha habido broncas. Hemos viajado mucho».
La tan esperada final entre España e Inglaterra tuvo sus contratiempos. «Tuve un pequeño problema con la entrada pero, al final, conseguí entrar y la vimos desde detrás de la portería. Apareció Manolo el del bombo y estuvimos una media hora animando juntos», recuerda.
Una vez que acabó el partido estuvieron unas dos horas celebrando, con los jugadores y el resto de la afición. Una noche especial que Curro no olvidará.
«Es tu madre, lo hemos conseguido»
La madre de Curro murió hace unos días. Se volvió desde Alemania para darle la despedida. Se emociona:» Ella quería que estuviera en la final y que la ganara. Al final hizo un milagro: no tenía entrada y conseguí entrar; ganamos».
«Es lo que ella quería», dice Curro.»Fue una final muy emotiva y muy emocionante, además la gente que estaba a mi alrededor lo sabía, todo el mundo me daba el pésame, me abrazaba…» Se humedecen los ojos de este empedernido toledano.
Los compañeros de la afición le decían en plena euforia tras la victoria: «Es tu madre, lo hemos conseguido». Se vuelven a humedecer sus ojos, una victoria que ha atravesado el corazón de Curro.
Foto: Rebeca Arango.