El secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha, José Luis Gil, ha asegurado que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) ponen de manifiesto que es un «gravísimo error» mantener la actual política económica.
En declaraciones a los periodistas antes de participar en la reunión del Consejo Regional del sindicato, Gil ha valorado la EPA, que refleja que Castilla-La Mancha acabó el año 2014 con 9.300 parados menos que el año anterior (-3,17 por 100), hasta alcanzar los 283.100 desempleados, lo que sitúa la tasa de paro en el 28,50 por 100 de la población activa.
Para Gil estas cifras reflejan una «tendencia preocupante», y aunque ha subrayado que la noticia es «excelente» para los que han encontrado trabajo, hoy, en el Gobierno, «nadie puede sacar pecho».
«Cuando una región con una tasa de paro del 28,5 por 100 da como bueno el dato de hoy es que tenemos un problema estructural muy serio» ha asegurado el secretario regional de CCOO, quien ha lamentado la «falta de compromiso del Gobierno para atajar el problema real».
Además, en el caso de Castilla-La Mancha, ha asegurado que el hecho de que «tengamos 283.000 desempleados» y que «hayamos bajado sólo 9.000 personas en 2014 es un gran fracaso».
Por eso, Gil ha recordado que ha pedido una reunión con la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, para trasladarle «la necesidad» de que concrete «actuaciones especiales para desempleados» y que la recuperación económica se traslade también a «políticas de carácter asistencial».
CCOO ha puesto como ejemplo el dato de paro juvenil, que «ha crecido en mas de 10 puntos respecto a la media nacional» lo que, para Gil, demuestra que «algo se está haciendo muy mal en Castilla-La Mancha».
En este sentido, ha denunciado que las actuales políticas económicas generan «pobreza y miseria», y que el tipo de empleo que se crea hace que tengamos «un país enfermo» ya que hoy «tener empleo no es sinónimo de no ser pobre».
Gil ha apostado por un «cambio radical» de la política económica para que «se genere empleo de calidad y se crezca a niveles razonables».
En su opinión, «hay que recuperar la demanda interna y eso es imprescindible hacerlo con salarios».
Por eso, ha rechazado la opinión del presidente de la CEOE, Joan Rosell, quien aseguró que las empresas «solo pueden ajustar» por la vía de los salarios.
Para Gil, esto es un error porque «lo que se han ahorrado en gastos laborales, lo han perdido en ventas», provocando, además «miles y miles de desempleados más y 15.000 empresas menos».
«Esa política es suicida», ha aseverado.