Ecologistas en Acción ha reclamado restricciones a la circulación de vehículos a motor y limitaciones al funcionamiento de las centrales termoeléctricas y otros grandes focos industriales para reducir la gravedad del episodio de alta contaminación por ozono que se prolongará hasta este fin de semana.
Según la ONG, desde el pasado 18 de julio la concentración de ozono ha superado en un total de 25 ocasiones en una docena de estaciones de medición repartidas por Barcelona, Madrid y Sevilla el umbral en el que por ley se debe informar a la población (180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire como media horaria). De hecho, en Puertollano (Ciudad Real) se rebasó el umbral de alerta el pasado viernes día 19, 240 microgramos por metro cúbico.
Tal y como explica la organización, los niveles de concentración de ozono se llevan disparando desde la semana pasada en el aire del centro y sur de la Península Ibérica por efecto combinado de la elevada radiación solar y de las emisiones contaminantes del tráfico rodado, el transporte marítimo y aéreo y la mayor generación eléctrica en centrales térmicas, por el mayor uso de aire acondicionado.
Ante la prolongación de la ola de calor hasta el fin de semana, Ecologistas en Acción insta a las autoridades autonómicas y locales a decretar restricciones de la circulación de vehículos a motor, como la prohibición de la circulación de aquellos más contaminantes, la reducción de la velocidad, el encarecimiento de los estacionamientos centrales o la bonificación y refuerzo del transporte público. Asimismo, propone limitar el funcionamiento de las centrales termoeléctricas y otros grandes focos industriales como la industria petroquímica, algo que considera «esencial» en el caso de Puertollano.
Además, critica que la Junta de Andalucía, la de Castilla-La Mancha, la Generalitat de Cataluña y la Comunidad de Madrid se hayan «limitado a difundir avisos rutinarios», que en opinión de la organización resultan «insuficientes» para proteger la salud de la población más afectada, como son las niñas y niños, las personas mayores, las mujeres gestantes y las personas con enfermedades cardiorrespiratorias.
A juicio de Ecologistas en Acción, es una «grave negligencia» que estas administraciones «y la mayoría de las restantes comunidades autónomas y grandes y medianas ciudades» carezcan de protocolos de actuación frente a episodios de mala calidad del aire por ozono, pese a que debían haberse dotado de los mismos con la aprobación en 2007 de la vigente ley de calidad del aire y protección de la atmósfera.