Joder (la RAE me autoriza a utilizarlo), cómo comienza el año que seguro que cambiará la vida de tantos y tantos…
Syriza se ha metido en nuestras cabezas y seguro que tardará mucho en salir de ellas. Si hasta hace cuatro meses, como aquel que dice, las elecciones en Grecia nos importaban poco menos que un comino, el domingo 25 de enero parecía que no iba a haber mañana… ¡Por Zeus! Casi todos pendientes del sobre que metían en la urna los herederos de aquel Alejandro Magno que tras las revueltas jónicas comenzó una era en la que el poder de las polis (ciudades) griegas y las revueltas culturales alcanzaron su apogeo…
Tsipras se empeñó en entrar en la historia moderna de Grecia y a fe que lo ha conseguido. Estemos o no de acuerdo con sus postulados, hoy, mañana, pasado y dentro de no sé cuánto tiempo más seguiremos mirando, no ya de reojo, sino que se nos saldrán los ojos de las órbitas, hacia un país que ha dicho que la austeridad y los recortes se los metan otros por donde quieran pero que ellos ya están cansados de mirarse el bolsillo, rascárselo y no sacar ni las migajas.
La historia ha (re)vuelto a comenzar en la antigua Grecia, dónde si no, y ahora se marcha hasta Andalucía, donde el 22 de marzo muchos volverán a tener el corazón en un puño, la rosa ya veremos si sale con espinas o no, porque si ganara de nuevo Susana Díaz el PSOE podrá proclamar a los cuatro vientos que han vuelto, al margen de que el descosío que le han hecho al traje de Pedro Sánchez en las últimas horas ha sido como para…
Pero si no ganara… Frente a ella, un «popular» completamente desconocido y un Podemos al que no le ha dado tiempo a armarse, aunque ahora mismo el envoltorio importa mucho más que si el bombón lleva licor por dentro o no.
Y apenas dos meses y dos días después, el 24 de mayo, primer round en esta España nuestra…
¡Que Zeus nos pille confesados!
cesardelrio@encastillalamancha.es