El acusado por la muerte violenta de Víctor S.D., un vecino de Malagón (Ciudad Real) de 46 años cuyo cadáver apareció quemado en un contenedor de basura, ha negado hoy los hechos durante la primera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
La fiscalía, que pide para el inculpado, R.C.D.L.C., de 26 años, cuatro años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave, ha mantenido en el juicio que, tanto la víctima como el agresor coincidieron en un kiosco del recinto ferial de Malagón y, cuando cerró este establecimiento, ambos marcharon juntos a una terraza de ocio, donde ambos consumieron alcohol hasta la madrugada.
Tras alejarse de allí y recorrer varias calles de la localidad, se sentaron en un banco de piedra del Paseo de la Estación y, en un momento determinado, discutieron.
En el curso de la discusión, el acusado, «sin que conste un propósito final de ocasionar su muerte o una clara representación en tal sentido», propinó a la víctima un fuerte golpe en la cara que hizo que perdiera el equilibrio y se golpeara la cabeza contra el banco.
Si bien en un primer momento se llegó a incorporar, la víctima perdió el conocimiento, tras lo que el acusado lo llevó a otra calle, lo puso al lado de un contenedor y le prendió fuego, con el objetivo de dificultar la investigación.
El acusado ha negado estos hechos y ha asegurado que, tras tomar drogas y beber en un bar y ante la negativa de varias personas que se encontraban en este local a trasladar en coche al fallecido, que no estaba en buen estado físico, el acusado decidió acompañarlo a su casa para no dejarlo solo.
Entonces ambos recorrieron varias calles y llegaron hasta el banco donde se sentaron y la víctima se golpeó al caerse solo, por lo que, tras tomarle el pulso y ver que no respondía, se asustó y se fue a su casa, no sin antes pedir socorro.
R.C.D.L.C ha negado que fuera él quien trasladara al fallecido del lugar y que no sabe quién pudo hacerlo, como sostiene la fiscalía, y a preguntas de la defensa, ha negado que ni esa noche ni antes hubiera discutido con Víctor S.D..
Su abogado defensor, que pide la libre absolución, ha defendido la tesis de que el fallecido habría muerto al caer debido a una discapacidad física que padecía.
Además, ha resaltado que la víctima también padecía secuelas en su cabeza de un anterior accidente, que en su día le provocaron que tuviera en el cráneo una ventana occipital de cinco centímetros, una línea de factura anterior de 15 centímetros y la ausencia del hueso temporal.
Por su parte, la acusación particular ha mantenido, en la exposición de los hechos, que la muerte de Víctor S.D. se produjo con «alevosía y ensañamiento», por lo que ha pedido para el acusado una pena de 25 años de prisión, además de indemnizaciones para sus familiares.
El juicio está previsto que continúe durante los próximos días con la declaración de nuevos testigos y con la declaración de los peritos forenses.