jueves, 28 de noviembre de 2024
Virginia Pérez Buendía 03/02/2015junio 8th, 2017

El Ayuntamiento conquense de Valverde de Júcar rendirá homenaje el próximo verano a Virginia Pérez Buendía, la anciana que ha dejado en herencia toda su fortuna para becas, para que puedan estudiar los niños de su pueblo con menos recursos, y pondrá su nombre a un parque de la localidad.

Así lo ha adelantado hoy a Efe el alcalde de Valverde de Júcar, el «popular» Pedro Esteso, quien ha señalado que probablemente se celebrará durante el «verano cultural» que tiene lugar entre los meses de julio y agosto.


Lo que han previsto es que algunos historiadores «ensalcen» la labor de la familia Pérez Buendía, que tuvo una fábrica de harinas en el municipio y se dedicó durante años al ámbito empresarial agrícola.

Además, el Consistorio pondrá su nombre a un parque del pueblo, justo el que hay al lado de la vivienda en la que residió esta anciana durante los últimos años de su vida, y quieren convertir esa casa en un museo etnográfico para que no se olvide que destinó todo su legado y patrimonio a un fin social.

El reconocimiento póstumo a esta mujer, que falleció sola el año pasado a los 86 años, llega tras haber conocido su testamento redactado en 1983 y que no fue modificado.

En él señala que toda su herencia, formada por centenares de hectáreas de tierras de labor, propiedades, dinero a plazo fijo y acciones, se destine a crear una fundación benéfico-educativa para ayudar a los niños de familias con menos recursos, para que puedan estudiar.

Esteso ha insistido en que su decisión ha sido «una grata sorpresa» y que lo llamativo es que esta mujer que no tuvo hijos haya querido dedicar su dinero a los niños, y ha resaltado que con ello demuestra que fue consciente de la importancia de la cultura como garantía de futuro de un pueblo.

«Se comentó que podría destinarlo a una entidad benéfica, una ONG o que se lo quedaría el Estado», ha agregado, pero finalmente ha ido para los estudiantes de Valverde de Júcar.

Los vecinos de este pueblo de Cuenca, de algo menos de 1.200 habitantes, se enteraron de su legado el último domingo de enero, en la Casa de la Cultura, según ha precisado a Efe Arsenio Triguero, el párroco de este pueblo y uno de los albaceas testamentarios junto al alcalde y el juez de paz.

«No tenía roce con la gente», ha señalado a Efe uno de sus vecinos, quien ha agregado que «era rica» aunque también «muy rara» y ha lamentado que haya muerto «en la miseria».

«Podía haber tenido una moza que la hubiera asistido», ha indicado este lugareño, al ser preguntado por las solitarias circunstancias de su muerte.

Virginia Pérez Buendía falleció en septiembre de 2014 en un piso de su propiedad en la calle Marqués de Cubas de Madrid, pero nadie se percató de su muerte hasta semanas después.

La vivienda, que tuvo que ser desinfectada, sigue precintada por orden judicial, según han informado a Efe fuentes municipales.

A principios de noviembre fue enterrada en su pueblo, al que ha querido dejar su herencia para crear una fundación que asegure la enseñanza a los niños con menos recursos.

(Visited 27 times, 1 visits today)