Castilla-La Mancha figura entre las quince comunidades autónomas que necesitarían aumentar sus recursos para cubrir las necesidades de cuidados paliativos de sus pacientes, concretamente 12, según un estudio que ha hecho público hoy, Día Mundial contra el Cáncer, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).
Citando estimaciones de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), un ratio de 1 recurso básico de cuidados paliativos (formado por un médico y un enfermero) por cada 80.000 habitantes garantizaría «una cobertura de calidad» a toda la población.
Con esta media y teniendo en cuenta que en España hay un total de 458 recursos de cuidados paliativos se necesitarían otros 200 hasta alcanzar los 658 para cubrir las necesidades de los pacientes y el coste de este aumento supondría 28,1 millones de euros, indican los cálculos de la AECC.
Uno de cada dos pacientes que necesita cuidados paliativos en España no tiene acceso a ellos cuando los precisa, bien por la «escasa» información que hay sobre estos servicios o por la falta de recursos en sus respectivas autonomías, según dicho estudio sobre la situación de los cuidados paliativos en España, que subraya que, a pesar de los datos, nuestro país se sitúa entre los primeros países del mundo en cuanto a número de recursos.
Sin embargo, «todavía es necesario» no sólo aumentar la cantidad sino, además, optimizar su distribución, tal y como indica en el estudio, en el que destaca que el final de la vida «es una etapa de difícil afrontamiento que requiere de una serie de cuidados especiales».
Un 30,7 por ciento de las personas que requirieron cuidados paliativos fueron atendidos por equipos domiciliarios y un 17,9 por ciento, por hospitalarios, con lo que en total «tan solo» un 50 por ciento aproximadamente de los pacientes accedieron a estos servicios cuando los precisaron.
En concreto, afirma que la mitad de los pacientes con cáncer en España se encuentran en una fase avanzada de la enfermedad y necesitarían cuidados paliativos.
A juicio de la AECC, hay un «déficit» en la atención psicosocial de pacientes, familiares y cuidadores, así como una «inexistente» atención al duelo y una «escasez» de voluntariado de acompañamiento.
La AECC subraya que «las grandes diferencias» entre las comunidades autónomas en cuanto a los recursos se refiere «imposibilitan generalizar» las conclusiones a todo el Estado y estudia la situación «real» de cada una de ellas.
En este sentido, señala que Cataluña, La Rioja, Ceuta y Melilla cumplen el ratio establecido pero el resto, no.
Así, según la AECC, Andalucía necesitaría 52 recursos más para cubrir las necesidades de cuidados paliativos de sus pacientes; la Comunidad Valenciana, 35; Madrid, 30; Canarias, 15; País Vasco, 13; Castilla-La Mancha, 12; Castilla y León, 8; Galicia y Aragón, 7 cada una; Asturias, 6; Baleares y Extremadura, 5 cada una; Navarra, 3 y Cantabria, 1.
Aunque España cuenta con una Estrategia Nacional en Cuidados Paliativos, los planes autonómicos «no siguen una perfecta alineación con la misma, puesto que existe gran diversidad entre unos y otros a la hora de plantear sus objetivos y líneas de actuación».
Destaca el estudio que el «déficit» en recursos domiciliarios y en formación profesional dificulta una «correcta derivación» y tratamiento fuera del centro sanitario, «lo que se traduce en más ingresos» hospitalarios, además, la atención a pacientes en el final de la vida supone entre el 20 y el 25 por ciento del gasto sanitario.
Por ello, considera que la reducción en días de hospitalización, una mayor atención domiciliaria y menor uso del servicio de urgencias supondría un ahorro del 61 por ciento de los costes.
De esta forma, hace hincapié en que «la gestión óptima» de los recursos sanitarios junto con un aumento de las unidades domiciliarias «podría aumentar el ahorro sanitario en cuidados paliativos».
Asimismo, el informe asegura que los cuidados paliativos «siguen siendo los grandes desconocidos para la población» al no saber cómo funcionan, qué ofrecen y cuál es la forma de acceso a los mismos.