Cinco de los siete acusados de formar parte de una red dedicada al tráfico de cocaína que traían desde Colombia y que procesaban en un laboratorio clandestino situado en una parcela de Fuensalida (Toledo) serán condenados, previsiblemente, a seis años de prisión, la mitad de la pena solicitada por el fiscal. Los acusados, todos de nacionalidad colombiana a excepción de un español, dueño de la finca donde estaba el laboratorio, se han confesado autores de los hechos y la fiscalía les ha rebajado la pena a la mitad a los principales encausados, que están en prisión.
Según ha explicado la letrada de uno de los acusados, María Jesús Prudencio, para los otros dos -el dueño de la finca, G.M.A., que tenía alquiladas las instalaciones a la organización, y para la única mujer encausada, A.M.D.A., esposa de uno de los principales acusados, G.J.M.V.- el fiscal ha reducido su petición de condena a dos años de cárcel.
Asimismo, los siete acusados han sido condenados a pagar una multa de un millón de euros de forma solidaria, aunque no se ha concretado en qué cuantía lo deberá hacer cada uno.
Tras las detenciones llevadas a cabo por la Policía Nacional en julio de 2010, los agentes encontraron en las dependencias de la citada parcela y en el Audi A-2, propiedad de G.J.M.V., unos cuatro kilos de cocaína, que hubieran alcanzado en el mercado ilícito un valor de casi 700.000 euros.
El laboratorio estaba preparado para transformar hasta 500 kilos de cocaína al año y estaba oculto en un chamizo en el campo rodeado de gallinas, caballos y pavos reales, donde además de la droga se hallaron sustancias químicas para tratar la pasta de coca, además de filtros, prensas, material para envasar al vacío, así como armas de fuego y distinta munición.
Además del matrimonio colombiano y el dueño de la finca de Fuensalida, en el procedimiento están encausados cuatro individuos más, también colombianos: C.A.T.H., que era la persona enviada desde Colombia para supervisar y dar órdenes, así como W.L.C.N., J.R.C.R Y J.M.C.V., quienes estaban encargados de trabajar en el laboratorio para transformar la droga.