El Hospital Universitario de Toledo ha comenzado la instalación de un equipo de Tomografía por emisión de positrones (PET) digital y resonancia magnética de 3 teslas (RM) en el servicio de Medicina Nuclear, completando de esta manera el equipamiento de esta área asistencial.
El nuevo PET-RM, que ha supuesto una inversión de 7,6 millones de euros y está situado en el Edificio E, en el servicio de Medicina Nuclear, ha señalado el Gobierno de Castilla-La Mancha en una nota de prensa.
Para poder implantar este nuevo equipo de última generación, y dadas sus características singulares, se han llevado a cabo diversos cerramientos con distintas protecciones, como protección radiológica con tabiques con 4mm de plomo, protección magnética y de radio frecuencia.
Asimismo, se han adecuado las instalaciones de saneamiento, fontanería, electricidad, ventilación y climatización a la nueva distribución y uso del local, además de la instalación de equipos y mobiliario nuevo, falsos techos, colocación de nuevos acabados y revestimientos, entre otras actuaciones.
«Con la puesta en marcha del PET-RM, Castilla-La Mancha se sitúa entre las pocas comunidades autónomas que contarán dentro de su sistema sanitario público con este equipamiento híbrido, el más avanzado del mercado en cuanto a características y prestaciones, ampliando su arsenal diagnóstico en la valoración de distintas patologías, especialmente, las oncológicas», destacan desde el Ejecutivo.
PET-RM
El PET-RM es un equipo que integra en una única exploración la tomografía por emisión de positrones (PET) y la resonancia magnética (RM), las dos herramientas de diagnóstico por imagen más potentes y avanzadas que existen hoy en día.
Las aplicaciones diagnósticas del PET-RM llegan a especialidades muy diversas, pero principalmente a la oncología para la detección de tumores cerebrales, de cabeza y cuello, tumores osteoarticulares, cáncer de próstata, de mama, recto y cérvix, entre los más frecuentes. En oncología pediátrica está indicado para tumores cerebrales, neuroendocrinos y osteoarticulares o de partes blandas.
Además, existen otras aplicaciones no oncológicas donde el uso del PET-RM estaría igualmente justificado como determinadas patologías cardiacas -viabilidad cardiaca, sarcoidosis, amiloidosis y miocarditis-, patología cerebral -degenerativa y epilepsia- y osteomielitis vertebral.