La directora gerente de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Mercesdes Echegaray, ha avanzado justo un año después de la gran avería en la sujeción que mantenía la tubería que abastecía a la zona limítrofe entre Toledo y Madrid y a parte de la comarca de La Sagra, que el fin de la actuación que se puso en marcha de urgencia tras el paso de la DANA de 2023 se atisba en próximos meses, apuntando al mes de enero para su punto final.
En declaraciones a Europa Press, ha recordado los sucesos encadenados como unos días «terribles» sobre todo por las pérdidas humanas, pero también por el daño que sufrieron muchas infraestructuras hidráulicas. Entre ellas, esa avería en la sujeción de la tubería de Picadas que «dejó sin agua a 375.000 personas».
Quiere destacar en este punto la «rápida actuación» de todas las administraciones, desde ayuntamientos afectados hasta Ministerio a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo y pasando por Diputación y Comunidad Autónoma, sin dejar de lado «la rápida intervención de la Unidad Militar de Emergencias«, que ayudaron a dispensar más de un millón de unidades de envases entre los ciudadanos.
«Ejemplo de colaboración»
Fue «un ejemplo de colaboración interadministrativa y de cooperación» digno de resaltar, tal y como ha puesto de manifiesto.
Ha querido recalcar que la tubería tuvo que cortarse, pero «no porque se rompiera», sino por precaución al haberse roto la sujeción que la sostenía.
Tras una primera obra de emergencia, ha reparado en el hecho de que solo dos semanas después se volvió a sufrir una riada importante en la zona, pero la infraestructura aguantó.
Después de completar dos primeras fases de intervención, la tercera fase podría estar rematada en torno a enero o febrero.
Tal y como ha querido poner de manifiesto, el Gobierno de Castilla-La Mancha está «muy agradecido» tanto a la disposición de la Confederación Hidrográfica y del Ministerio para la Transición Ecológica, que «lanzaron la obra de emergencia con suma rapidez»; como a la Delegación del Gobierno de Madrid.
Un agradecimiento que ha querido hacer extensivo a ayuntamientos afectados y a los vecinos ante el «modélico» sistema de reparto de agua potable.
Pese a lo crítico de la situación, ensalza que se hicieron cosas muy bien, como la maniobra de surtir a La Sagra desde la estación de Valmojado como obra de emergencia.
«Los españoles somos muy dados a destacar lo malo, pero hubo cosas muy bien pensadas», ha señalado Echegaray para poner en valor el buen trabajo realizado en el diseño que en los años 90 se hizo del mapa de tuberías en la comarca. «Hay que alabar a nuestros ingenieros. Aquí sí había plan B».
Con el final de la obra en el punto de mira para el medio plazo, Echegaray ha considerado que la actuación a un año vista merece una vez entre en funcionamiento «una nueva foto» de la clase política para celebrar la buena colaboración que hubo en su día para solventar el problema.