Muleta, espadas simuladas, capote, cizalla… Todo para el toreo furtivo.
Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, no, porque en este caso estos «imitadores» del Cordobés han acabado detenidos y puestos a disposición del Juzgado.
Ha sucedido en Oropesa (Toledo), en una finca privada, donde tres personas han sido detenidas e imputadas por un delito de daños después de haber sido sorprendidos toreando «a la luz de la luna» diferentes reses bravas de una ganadería.
Reses que ya no podrán ser lidiadas en festejos taurinos y que deberán ser sacrificadas, por lo que los daños se cuantifican en unos 53.000 euros, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
Fue el 1 de febrero cuando el mayoral de la finca avisó a la Guardia Civil de sus sospechas, que no eran otras que esa noche, que iba a haber luna llena, se presentarían diversas personas en la finca que cuidaba para torear reses bravas. Temores fundados porque pensando que durante el último día que hubo luna llena tenía la seguridad, pero no lo había visto, de que había sucedido algo similar.
Los agentes hablaron con los miembros de la Policía Local de Oropesa y junto a mayoral, con la luna llena encima, fueron campo a través y caminando entre las reses durante tres kilómetros. Fue al llegar a la plaza de toros cuando comprobaron que, efectivamente, los cierres habían sido manipulados. Y vieron a las tres personas que querían seguir los pasos del Cordobés.
DOS TOREABAN SENDOS NOVILLOS EN LA PLAZA Y UN TERCERO VIGILABA
Dos de ellos ya estaban toreando un novillo y un tercero vigilaba por si pudiera llegar alguien. En los corrales tenían apartados otros ocho novillos para darles unos cuantos pases de pecho y demás.
Cuando comprobaron que los habían pillado, trataron de huir, aunque uno fue interceptado en el interior de la plaza y otro ya en el prado, entre los novillos sueltos, pero no lograron detener al tercero.
Una hora después localizaron, en una finca colindante, el coche en el que habían llegado y que habían tapado con una lona.
Una vez que inspeccionaron la plaza y las inmediaciones, localizaron dos muletas con estaquillador, dos espadas simuladas, un estaquillador, un capote, una funda para guardar las telas, un taladro con varias ganzúas para abrir candados y cerraduras y una cizalla.
El propietario de la gandería, nada más conocer la historia, presentó la correspondiente denuncia en el puesto de la Guardia Civil. Días después los agentes identificaron, localizaron y detuvieron al tercer implicado, quienes pasaron a disposición de un Juzgado de Talavera.