Cabe reconocer que si la liga de fútbol, por ejemplo, el primer partido no se celebra por una huelga convocada por los jugadores, es que algún problema existe. Las huelgas no se convocan porque alguien se aburre y dice, vamos al paro un día o varios. Al menos se llevan a cabo porque existe cierta cantidad de afectados que piensan que se puede mejorar muchos aspectos. Y uno de los motivos de la existencia de los sindicatos, concretamente en la enseñanza, es precisamente reclamar una mejora de las condiciones laborales que puedan afectar positivamente a los alumnos y a los docentes. Escribo de la huelga de la enseñanza que se producirá el miércoles 11 de septiembre en Castilla-La Mancha en los niveles no universitarios. La huelga la convocan los sindicatos STE, CSIF y CCOO, ya que UGT se ha desmarcado a última hora, se supone que influido por los susurros de algunos de los que tienen mando.
Si escuchamos al consejero de Educación, Cultura y Deportes de nuestra región, Amador Pastor Noheda, nos dirá lo bien que funciona todo, las mejoras conseguidas en los últimos años, lo que se ha invertido en nuevos centros, comedores escolares, libros y nos forra de datos. Pero como siempre, una cosa son los datos sordos y anodinos que se ofrecen en ruedas de prensa y otra es la dura y cruda realidad que solo la sufren los docentes y alumnos que se enfrentan en las aulas rurales o urbanas en el día a día.
Lo primero que hay que demostrar, repito demostrar, no mencionar, por parte de los responsables en la parcela educativa, cultural y deportiva es, que el Gobierno responsable de desarrollar esas políticas concretas tenga como prioridad que la educación, junto con la sanidad, son las asignaturas pendientes que llevan sin aprobarse por parte de todos. Más, con ese maremagno de cambios en las leyes que se producen cada vez que hay nuevo gobierno. Todos quieren dejar su impronta y dejar su sello, aunque esto produzca desazón y mal recuerdo para los que lo sufren: alumnos, profesorado y familias.
Cruda realidad
Como lo bueno y lo bien que lo hacen ya lo sabemos todos, paso a citar una serie de mejoras que entiendo aún se pueden llevar a cabo y que la comunidad educativa anhela conseguir algún día. Para que haya calidad tiene que haber recursos y aquí es donde se produce la primera fisura. La ratio ha descendido, sobre todo en Infantil y Primaria, ya que la natalidad ha disminuido bastante. Existen numerosas supresiones de unidades por esta causa. Lógico y normal. Pero hay problemas como las reformas y conservación de centros, muchos de ellos de la época franquista que necesitan restauración y reformas para su conservación. Lo de la climatización de los centros fue uno de los numerosos pegotes que se marcan los políticos. Ya ven en cuántos centros se ha instalado con carácter general la climatización. Solo en algunos despachos del equipo directivo y sobre todo en los de ellos. Vayan a cualquier consejería y verán como en pleno julio y agosto se está bien fresquito. Solo el día que haya alguna desgracia se hará algo más que ahora.
Lo del no cobro del verano por el profesorado interino es otra quimera. ¿Cuánto tiempo y qué condiciones tienen que darse para que los pobres interinos cobren el verano cuando han tenido cierta continuidad o han llegado a fin de curso trabajando? ¿Y de la formación del profesorado qué decir? Comparen loas condiciones en las que se realiza en el sector privado y en el público y verán que se parece lo que un cubo a un patinete.
Y no estaría mal que alguna vez se pusiera coto a tanto papeleo inútil que solo sirve para ralentizar el trabajo de los docentes, reuniones desaforadas sin sentido y malgasto del tiempo. Se sigue echando de menos en bastantes ocasiones el apoyo institucional al profesorado en casos de conflicto. La señora Cospedal recortó ciertamente muchas cosas, pero once años después de la crisis salvaje que hubo seguimos igual en muchos casos. Ayer visitaba, sin ir más lejos, un colegio público de la capital regional y me decía su director que el pabellón polideportivo tiene numerosas goteras y que tiene que poner cubos y barreños cuando llueve. Y les podría citar bastantes nombres de centros que sufren este tipo de anomalías que inciden en la cacareada calidad de la enseñanza.
Dejo para el final la noticia estrella del curso: la prohibición de los móviles y su uso. Algo que debería estar prohibido desde las familias y desde el sentido común de la sociedad. Al final, ya veremos, cada centro tendrá su criterio y línea de actuación y aplicará la medida legislativa como mejor lo entiendan. Pero el nuevo curso escolar, con su huelga de inicio, no ha podido comenzar con peor pie.