La Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará a partir del próximo martes a un hombre que acuchilló a su exmujer en Bolaños de Calatrava, para que el fiscal pide 10 años de prisión como presunto autor de los delitos de homicidio en grado de tentativa y quebrantamiento de condena.
Según indica el ministerio público en su escrito de acusación, los hechos sucedieron en Bolaños de Calatrava el 3 de septiembre de 2013, cuando el procesado salió al encuentro de su exmujer y le clavó una navaja de ocho centímetros de hoja.
De acuerdo con el relato del ministerio público, el procesado esperó a la víctima oculto tras una furgoneta porque sabía que su exmujer tenía que pasar por aquel lugar para ir a su trabajo.
La mujer intentó huir, pero el acusado la alcanzó y le clavó la navaja que portaba «con ánimo de acabar con su vida», mantiene el fiscal, que precisa también que la dejó en la calle con la navaja clavada en un costado, tras decirle «que no se riera de él», y se fue pensando que su acción era suficiente para acabar con su vida.
A pesar de la herida, la mujer agredida sobrevivió tras ser intervenida de urgencia en el hospital, donde le retiraron el arma, aunque, según el ministerio público, las lesiones que sufrió podrían haber comprometido su vida de no haber recibido un tratamiento rápido y eficaz.
El procesado había sido condenado con anterioridad por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Almagro, tras un juicio rápido celebrado en agosto de 2013, como autor de un delito de amenazas en el ámbito doméstico y una falta de vejación injusta, por atemorizar a la que había sido su pareja haciéndole el gesto de pasar el dedo por su cuello.
Entre otras penas, el juzgado de Almagro le prohibió acercarse a su exmujer a una distancia inferior a 200 metros, así como a su domicilio o a su lugar de trabajo y a comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento, durante un periodo de ocho meses.
El fiscal considera al acusado autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, por el que demanda que sea condenado a nueve años de prisión y de un delito de quebrantamiento de condena, por el que solicita una pena de un año de cárcel.
También pide que indemnice a la víctima con 5.000 euros por las lesiones que le causó y que se le prohíba acercarse a menos de 500 metros de su domicilio, de su lugar de trabajo o de cualquier lugar, así como a comunicarse con ella por un período de 15 años.