El otoño en Castilla-La Mancha se presenta con una tendencia alcista de las temperaturas y precipitaciones que estarán por debajo de lo normal, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para los meses de septiembre, octubre y noviembre.
Así lo ha puesto de manifiesto en rueda de prensa el delegado territorial en Castilla-La Mancha de la Aemet, Luis María Bañón, quien ha advertido no obstante que estas predicciones «están cargadas de incertidumbres» al basarse en variables como anomalías de la superficie del agua del mar, la cobertura nivosa o fenómenos como ‘El niño’.
En concreto, Bañón ha indicado que hay un 70% de probabilidad de que cuando termine el otoño en la región el balance de la temperatura media esté por encima de lo normal, aunque esta misma semana los termómetros vayan a estar por debajo de lo habitual.
En cuanto a las precipitaciones, ha apuntado que aunque «la señal no es tan clara» es más probable que el otoño termine con precipitaciones por debajo de lo normal que por encima de lo normal, ya que hay un 40 por ciento de probabilidades de que así sea, frente a un diez por ciento de probabilidades de que las lluvias estén por encima de lo normal.
El verano
Durante su comparecencia, Bañón ha hecho un balance del verano en Castilla-La Mancha para indicar que ha tenido un carácter muy cálido, con una temperatura media de 24,9 grados, valor que supera en 1,4 grados la media del periodo de referencia.
En este sentido, ha indicado que este agosto ha sido el tercero más cálido de la serie histórica, que se remonta a 63 años atrás, igualando a los de 2023 y 2015. La media de las temperaturas máximas ha sido de 33 grados, con una anomalía positiva de 1,3 grados, sexto valor más alto de la serie, y un carácter muy cálido.
De su lado, la media de las mínimas ha sido de 16,8 grados, con una anomalía de +1,4 grados y un carácter cálido, siendo el tercer valor más alto de la serie, igualando las de 2017 y 2015. Así, el mes de junio tuvo un carácter frío, julio fue muy cálido, y agosto fue extremadamente cálido, el más cálido de la serie desde 1961.
En este sentido, el carácter térmico de la temperatura media del verano fue muy cálido en todas las provincias. La media de las máximas fue muy cálida en Toledo, Cuenca y Ciudad Real, y cálida en Guadalajara y Albacete; mientras que la media de las mínimas del verano fue muy cálido en toda las provincias salvo en Ciudad Real donde fue extremadamente cálida.
Las temperaturas mínimas del verano en Castilla-La Mancha se registraron los días 2, 13 y 21 de junio, con menos de cinco grados en varias estaciones de las provincias de Guadalajara, Albacete y Cuenca, mientras que las temperaturas más altas se registraron el 24 de julio y el 10 de agosto, superando los 43 grados en varias estaciones de Toledo y Ciudad Real.
Las precipitaciones
En cuanto a las precipitaciones, el verano de 2024 en Castilla-La Mancha ha tenido, en su conjunto, un carácter pluviométrico muy húmedo, con una precipitación media de 73 litros por metro cuadrado, lo que supone un 155 por ciento respecto de la precipitación media en el periodo de referencia. El mes de junio en la comunidad fue muy húmedo, julio fue seco, y agosto fue muy húmedo.
Además, el delegado territorial de la Aemet ha indicado que el carácter pluviométrico del verano fue húmedo en Toledo y Albacete, y muy húmedo en las provincias de Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara.
En este sentido, ha destacado las precipitaciones recogidas en agosto en la provincia de Guadalajara con 64 litros por metro cuadrado, que han supuesto el segundo valor más alto en agosto de toda la serie –tras el agosto de 1983 con 64,6 litros por metro cuadrado–.
Las máximas precipitaciones recogidas en 24 horas fueron los 65 litros por metro cuadrado en Abia de Obispalia (Cuenca), el 25 de agosto; los 61 litros por metro cuadrado en El Pedregal el 29 de agosto; los 58 litros por metro cuadrado en Brihuega (Guadalajara), el 30 de agosto; y los 57 litros por metro cuadrado en Guadalajara ese mismo día.
Igualmente, ha mencionado los efectos de sendas «supercélulas» que afectaron el 21 de agosto a las poblaciones ciudadrealeñas de Castellar de Santiago y Alamillo; a lo que ha añadido que durante el verano se detectaron en la Comunidad más de 25.000 rayos, destacando los 6.800 del día 30 de agosto, el día de mayor actividad.
Finalmente, ha indicado que en verano se registró viento fuerte los días 16 de junio en Toledo; 29 de julio en estaciones de Toledo, Guadalajara, Cuenca y Ciudad Real; el 23 de agosto en la provincia de Ciudad Real; y el 30 de agosto en estaciones de la provincia de Guadalajara.
Las rachas máximas del trimestre fueron ambas de 93 kilómetros por hora en Chinchilla (Albacete), el 28 de junio; y en Tarancón (Cuenca) el 29 de julio.