El presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, ha ofrecido esta mañana, en la radio pública autonómica, un balance más sosegado sobre la situación en Alcalá del Júcar tras la intensa riada que afectó ayer a la localidad.
A primeras horas de este jueves, la Unidad de Emergencias Subacuáticas del Servicio Especial de Prevención y Extinción de Incendios (SEPEI) de la Diputación de Albacete, con sede en el parque comarcal de Hellín, llegaba a Alcalá del Júcar para iniciar los trabajos de extracción de los vehículos que fueron arrastrados al río.
Procedimiento complejo
Francisco Ovidio García Ríos, jefe del SEPEI y de la Unidad Subacuática, ha explicado al responsable del Servicio, el diputado José Antonio Gómez, que el procedimiento a seguir es “complejo” y es esencial hacerlo con toda la cautela para evitar más daños de cualquier tipo porque, debido a la gran cantidad de agua, no se puede tirar sin más. Primero, tienen que colocar los vehículos en la posición adecuada y luego, con ayuda de maquinaria específica, sacarlos del agua.
Cabañero ha confirmado que, afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales, pero sí importantes daños materiales. «En la zona más baja y cercana al río, el mobiliario urbano ha sufrido bastante y, conforme vaya bajando el agua, se seguirá evaluando los daños que se hayan producido», ha explicado.
El presidente ha detallado que la tormenta que se desató sobre Alcalá del Júcar fue, en apariencia, “bastante normal”, aunque con un alto nivel de arrastres. «En la zona norte, las lluvias fueron más intensas, lo que provocó que todo el agua se canalizara por los barrancos que conducen a la rambla que entra en el municipio. Ahí se formó un ‘río paralelo’ al Júcar, con más de un metro de altura, que lo arrastró todo a su paso», ha relatado Cabañero.
Particular localización de Alcalá del Júcar
La localización particular de Alcalá del Júcar, enclavado en la roca y sobre el río, es lo que le confiere su singular belleza, siendo considerado por Cabañero «uno de los municipios más bonitos de nuestra región y de España». Sin embargo, ese mismo entorno supone riesgos adicionales en situaciones de grandes lluvias, como el desprendimiento de piedras y las inundaciones. «Lo de ayer fue muy raro e inesperado; aunque en 1982 hubo una gran inundación por la crecida del río, lo de ayer no fue eso. Esta vez fue una tormenta muy localizada sobre un barranco, que desaguó en la rambla y arrasó todo lo que encontró a su paso», ha subrayado el presidente.
Cabañero también ha recordado el temor inicial que, en su visita a la localidad en la tarde de este miércoles rondaba el ambiente sobre posibles daños personales, especialmente, ante la incertidumbre de si alguien podía haber estado en los vehículos arrastrados. «Ayer el miedo era que, con el paso de las horas, alguien reclamara a alguien; no sabíamos lo que había dentro de los vehículos. Sin embargo, los bomberos revisaron todos los visibles y, por suerte, estaban aparcados cuando comenzaron a ser arrastrados y no había nadie dentro de ninguno”.
El presidente ha querido agradecer la rápida y eficaz actuación de los efectivos del SEPEI desplazados ayer, desde el primer momento, procedentes del parque comarcal que la Diputación tienen en Casas Ibáñez; así como, hoy, de los integrantes la Unidad de Emergencias Subacuáticas del propio Servicio Especial de Prevención y Extinción de Incendios de la Diputación: igualmente, ha reiterado su agradecimiento a todos los servicios de emergencia involucrados. «Su trabajo ha sido y es fundamental para asegurar la zona y comenzar los trabajos de recuperación cuando antes», ha concluido.