La Asociación Castillo de Galve de Sorbe (Guadalajara) ha recabado más de 3.000 firmas en apoyo de su rehabilitación, monumento histórico de la Sierra de Guadalajara que se encuentra en una situación de ruina y declarado Bien de Interés Cultural.
Los apoyos recibidos se enmarcan dentro de la campaña puesta en marcha hace unos meses por esta entidad, a fin de movilizar al pueblo de Galve y a la sociedad de Guadalajara sobre la necesidad de rescatar de la ruina a uno de los principales castillos de la provincia, edificado en el siglo XV, de propiedad privada y que actualmente se encuentra en un avanzado estado de degradación, han informado fuentes de la Asociación Amigos del Castillo de Galve de Sorbe.
Las firmas recogidas por la asociación de Galve han llegado a través de internet, mediante la plataforma Change.org, y durante la campaña de recogida con motivo de la jornada «Rodea el castillo», celebrada el pasado 11 de octubre en Galve, en la que se formó una cadena humana alrededor del monumento.
En 2006, justo después de la fundación de la Asociación Castillo de Galve, este colectivo ya entregó a la Junta de Castilla-La Mancha alrededor de 1.500 firmas.
Toda la estructura del castillo está muy deteriorada, aunque son las estancias del interior las que se llevan la peor parte, ya que están muy dañadas y se han convertido en un vertedero en el que se acumula todo o tipo de residuos, tal y como han denunciado desde esta asociación.
Tras considerar acabada la vía negociadora, la Junta de Castilla-La Mancha anunció en febrero de 2014 la incoación de un expediente sancionador al propietario del inmueble por infracción de la Ley regional de Patrimonio.
Sin embargo, los trámites burocráticos han alargado el proceso, de tal manera que actualmente el expediente sigue en marcha pero aún no se ha cerrado, han señalado.
La Asociación Castillo de Galve lleva meses negociando con el Gobierno regional para solicitar la máxima agilidad a la hora de ejecutar la sanción al dueño, que básicamente acarreará una multa económica.
Además, ha planteado la posibilidad de realizar una intervención de urgencia de manera subsidiaria, ante la situación alarmante que atraviesa el edificio.
El objetivo último de estas medidas coercitivas es «disuadir al propietario de su negligencia y pasotismo y forzar a que se muestra responsable con las obligaciones que indica la legislación para los propietarios de un monumento, como el castillo de Galve, declarado Bien de Interés Cultural».