La Federación de Servicios Públicos (FSP) de la UGT ha solicitado al Gobierno regional que se revista a los trabajadores del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) de la consideración de «autoridad pública», con el fin de evitar agresiones a los profesionales sanitarios.
La petición ha sido formalizada en un escrito, en el que FSP-UGT argumenta que la catalogación como «autoridad pública» de los profesionales de la sanidad castellanomanchega puede ser un elemento disuasorio para los posibles agresores, según ha informado en una nota de prensa el sindicato.
El secretario regional del sector de Sanidad de la FSP-UGT, José Manuel Pinillos, ha justificado esta iniciativa por las crecientes denuncias de profesionales del Sescam «que son agredidos en el desempeño de sus funciones».
Pinillos ha advertido que en los numerosos casos de agresión ocurridos en centros sanitarios de la región, los afectados no han recibido la consideración de autoridad pública, por lo que en los juicios se han considerado las agresiones «como cualquier otra ocurrida en plena calle».
A su juicio, esta situación no puede repetirse «dada la gravedad de este tipo de agresiones, que ponen en riesgo la integridad física de los profesionales del Sescam».
FSP-UGT ha recordado que ya solicitó en la Mesa Sectorial del 20 de mayo de 2014 que se modificara la regulación para dar la consideración de autoridad pública a los profesionales del Sescam, aunque sus responsables entendieron que no era necesario.
También señalaron que el propio Sescam, con sus servicios jurídicos, se encargaría de solicitarlo en la instrucción del procedimiento judicial.
«Esto no ha sucedido en los últimos juicios celebrados», ha afirmado Pinillos, por lo que el sindicato ha insistido en su petición de que se considere a los trabajadores del Sescam como autoridad pública.
Pinillos ha opinado que el Plan Perseo, impulsado por el Sescam y dirigido a abordar el problema de la violencia y las agresiones en el ámbito de los centros sanitarios de la comunidad autónoma, «se está revelando insuficiente para garantizar la integridad de los profesionales».
«Tampoco funcionan con eficacia los protocolos internos de prevención de agresiones adoptados en varios hospitales», ha añadido Pinillos, que ha abogado por «disuadir a los autores de nuevas agresiones y dar una garantía a nuestros profesionales expuestos cada día más a este tipo de situaciones».