El sector apícola de Guadalajara espera cerrar un buen año de cosecha, tanto en cantidad como en calidad, pues podría superar en un 20 % la producción de otros años.
Así lo ha señalado a EFE el presidente de la Asociación de Apicultores de Guadalajara, Ángel Marco, quien ha apuntado que la cosecha de miel de romero y tomillo en la zona de Guadalajara y La Alcarria ha sido muy buena este año y se prevé que la de milflores y lavanda, en otoño, sea igualmente positiva.
“La de romero ha sido una cosecha buena en cantidad y calidad, y luego la de tomillo, como ha llovido, también (…) y ahora que estamos en la última campaña de lavandín, espliegos y ajedrea parece que también está siendo un final de otoño muy bueno gracias a las lluvias de finales de agosto”, ha explicado, señalando que además este año ha afectado menos la varroa y las abejas están mejor.
Si bien no tienen números cerrados todavía, estima que la cosecha es un 20 % mayor a otros años: después del pasado, que fue “entre regular y malo, este año serán unos 60.000 o 70.000 kilos. El año pasado la cosecha fue mala por la sequía y las helada en el mes de abril”, ha recalcado
Marco señala que lo esencial para conseguir una buena producción es que llueva y no haya temperaturas extremas.
Más allá de la buena cosecha, Marco indica que los precios de mercado están en un buen momento. “La de tomillo cada vez se vende más a Francia y en el exterior también tiene un precio alto y luego la de milflores ya baja algo el precio lo que está fuera de la Denominación de Origen, lo que está dentro se mantiene”, asegura el presidente de esta Asociación que ronda los 900 socios, aunque sólo unos 60 se dedican en exclusiva a la apicultura.
“La media de edad de nuestros apicultores es de 70 años, con unas 50 u 80 colmenas. Luego los profesionales en los últimos años están aumentando bastante con la incorporación de la gente joven, por lo que la media de éstos sí que puede haber bajado a los 40 o 50 años”, explica Marco, quien asegura que hay relevo generacional en el sector.
“Eso da gusto verlo, que puedan vivir de ello”, añade, y explica que en la provincia no suelen superarse las 400 o 500 colmenas en una sola familia, ya que aquí “también envasan y venden directamente, con lo que la rentabilidad es mayor”.