La Diputación de Toledo va a iniciar acciones dirigidas, principalmente, a familias vulnerables de 57 municipios de la provincia, pertenecientes a las comarcas de la zona de Talavera, para mejorar la calidad de vida de los habitantes y hacer “más atractivo el mundo rural”, combatiendo así la despoblación, informó la institución provincial.
Proyecto ‘Revitalizando pueblos’
En nota de prensa de este martes, la institución ha informado de la firma de un acuerdo de colaboración entre el área de Bienestar Social y la asociación ‘Pueblos con futuro‘, para el desarrollo del proyecto ‘Revitalizando pueblos’, que tiene como principales destinatarios las familias vulnerables que quieran unir sus proyectos de vida al mundo rural.
Se trata de un programa que va a abarcar 57 pueblos de la provincia de Toledo y, en concreto, 23 municipios son de la comarca de La Jara, 17 de la Campana de Oropesa y 17 de Sierra de San Vicente.
El proyecto propuesto va a impulsar el aprovechamiento de las acciones precisas para promover las potencialidades de cada localidad, acompañando y ayudando a las familias a configurar y llevar a cabo proyectos de vida adaptados al mundo rural.
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Tres ejes
Según ha explicado el vicepresidente de la Diputación, Daniel Arias, las actuaciones previstas se sustentan en tres ejes fundamentales: selección de familias, conocimiento del terreno y seguimiento de las familias incorporadas.
En la selección de las familias “habrá que hacer coincidir las ofertas de empleo de los pueblos con las demandas de trabajo de las familias”, una actuación que va a precisar de numerosas entrevistas, recogida y comprobación de datos y un “minucioso” análisis de las necesidades de las familias.
El conocimiento del terreno requiere de un trabajo “exhaustivo” que permita la elaboración de un inventario de recursos disponibles y de las oportunidades que ofrece cada territorio para generar empleo y sinergias, ha explicado Arias.
La Diputación de Toledo también ha considerado “importante» conocer las posibilidades de trabajo, el estado de las viviendas, los medios de transporte y la ubicación de los servicios educativos y sanitarios.
Una de las claves del proyecto, han asegurado, es incorporar familias en los pueblos con garantías de continuidad, haciendo un seguimiento mínimo de uno a dos años hasta conseguir su adaptación al entorno rural.