O se llevaban el tráiler entero o pasaban la mercancía de un camión a otro.
Nueve detenidos, nueve imputados y 33 robos esclarecidos. Porque hasta en 33 ocasiones este grupo perfectamente organizado desvalijó otros tantos camiones, llevándose la mercancía que transportaban. 33 robos que se produjeron en diversas provincias: seis en Ciudad Real, cinco en Toledo, uno en Cuenca, dos en Burgos, uno en Zaragoza, tres en Segovia y 15 en Madrid.
La investigación, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, comenzó en julio del pasado año, cuando el Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil recuperó dos camiones y una parte de las cargas de baterías que llevaban y que habían sido robados en la provincia de Ciudad Real.
El material robado lo escondían en naves industriales que alquilaban para la ocasión y rápidamente vendían la mercancía. El 14 de enero de este año interceptaron un camión en Manzanares (Ciudad Real), que transportaba 23.000 kilos de productos de limpieza y que había sido robado el día anterior en Getafe, deteniendo los agentes a dos personas, A.M.V., de 72 años y vecino de Illescas (Toledo); y A.M.F., de 48 años y vecino de Numancia de la Sagra (Toledo).
Al día siguiente se detuvo a una tercera persona, el arrendatario de la nave, un vecino de Móstoles. Y así, de forma sucesiva, fueron «cayendo» el resto del grupo. En una de las naves incluso había una parte acondicionada para las peleas de gallos y de perros.
Para realizar sus operaciones, los integrantes del grupo se reunían en una gasolinera o zona industrial, donde tenían estacionado un camión de los que usaban. Acto seguido salían por la carretera, con varios coches que usaban de lanzaderas. Se recorrían las áreas de servicio y una vez seleccionado el objetivo, rompían los candados o cortaban las lonas de los camiones para ver qué carga llevaban. La que más les interesaba era la que elegían.
A partir de ese momento o enganchaban el tráiler completo a su camión o traspasaban la mercancía de uno a otro. Acto seguido lo robado iba a un almacén y rápidamente se vendía.