sábado, 28 de septiembre de 2024
05/03/2015junio 8th, 2017

Desde que comenzaron las visitas al yacimiento arqueológico del Cerro del Bú de Toledo, el pasado 28 de febrero, numerosas personas se han acercado ya hasta esta emblemática zona de la ciudad para adentrarse en su pasado islámico a través de las fortificaciones que la protegían. Más allá de dicha época, y es lo que hace más valioso a este emplazamiento, se pueden observar restos de cabañas de piedra y adobe de la Edad de Bronce. 

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El arquitecto del proyecto, Joaquín López López, indicaba a Encastillalamancha.es que los trabajos siguen a buen ritmo: «Las excavaciones arqueológicas ya están en el tramo final y se han iniciado las tareas de protección y reconstrucción de las estructuras, sobre todo de las murallas y de los torreones». 

La intervención -que tiene un presupuesto de 242.548,71 euros- se divide en dos fases: una primera de protección y consolidación de los restos; y una segunda de puesta en valor de los mismos con el diseño de un itinerario y la colocación de paneles explicativos. Ambas, se prevé, estarán concluidas en junio. 

En estos momentos, el área más visible y del que más restos se conservan es el correspondiente al período islámico, una ocupación que se prolongó por un corto espacio de tiempo y que está relacionada con el asedio a la ciudad por parte de Abdal-Rahman III en el siglo X. Sus murallas están siendo afianzadas e incluso se van a reconstruir muros tapiales de hasta cuatro metros. «Para ello se están empleando materiales de la zona», comentaba el arquitecto, quien destacaba igualmente el buen trabajo realizado por el equipo de arqueología.

En relación al legado de la Edad de Bronce que ha llegado hasta nuestros días, es ahora cuando este equipo está valorando qué hacer con él: si dejarlo tal y como está -esto es, prácticamente oculto a la vista- o bien sacarlo a la luz. «Es un área que se sitúa más abajo y cuyos elementos están removidos; además predomina el adobe y la piedra y la estructura no es tan sólida como la islámica». El arqueólogo Juan Manuel Rojas precisaba que están estudiando cómo conservarlo pues «necesitaría de medidas especiales de protección». Considera que posiblemente merezca la pena hacer el esfuerzo pues, dada la entidad de las construcciones y la estructura social más compleja que se deduce de ellas, existen pocos yacimientos de la Edad de Bronce similares. Es lo que denomina una «joya» arqueológica que ofrece igualmente una de las mejores panorámicas de la ciudad.

Declarado Bien de Interés Cultural en 1990, el Cerro del Bú ha sido testigo de los primeros asentamientos de la ciudad. Ya en el año 1905 Manuel Castaños y Montijano llegó a realizar excavaciones en la parte superior. En los años 80, una nueva campaña abrió varios cortes y dejaron al descubierto restos. 

El estado de disgregación que presentaban los restos arqueológicos y la exposición de las estructuras a la intermperie es lo que motivó al Consorcio de la Ciudad de Toledo a iniciar estos trabajos en el mes de octubre. Paralelamente, desde el 28 de febrero y hasta el 29 de marzo, los fines de semana se llena de toledanos interesados en descubrir las tareas de recuperación, visitas que se realizan en grupos siempre llenos. Para apuntarse hay que llamar al Centro de Gestión de Recursos Culturales del Consorcio de Toledo (teléfono 925 253 080), donde se facilita la información que se requiera y se asigna día y hora para realizar la visita. Cada recorrido tiene una duración aproximada de 40 minutos.

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