Un chico de Tortosa acusado equivocadamente de ser el agresor de la Diagonal, que pegó una patada sin motivo a una mujer el pasado 22 de febrero, ha señalado que había recibido «entre 150 y 200 insultos» por su gran parecido con el autor de los hechos.
Mario G.M., el joven que agredió a una mujer en Barcelona, a la que derribó de una patada mientras era grabado por sus amigos en vídeo, ha sido imputado por una falta de vejaciones tras prestar declaración.
El chico, residente en Talavera y de 24 años, se presentó el martes ante las dependencias policiales ante la presión policial.
La agresión a la mujer fue grabada en vídeo por un amigo del supuesto agresor y colgada en las redes sociales, y por ello esta persona ha declarado también en la mañana del miércoles en la Comisaría de la Policía Nacional de Talavera.
Hasta que se aclaró el caso, Rubén M., un joven estudiante de Tortosa, fue acusado equivocadamente en las redes sociales de ser el agresor de la Diagonal, y por ello recibió «entre 150 y 200 insultos» durante todo el fin de semana, según ha afirmado en declaraciones a RAC1.
El motivo de los insultos es el gran parecido con el autor de los hechos, que se entregó en Talavera y fue puesto en libertad con cargos horas después.
El joven tortosino, que estudia Criminología en la UAB, ha reconocido que tiene un «parecido» con el agresor y que lo ha pasado mal por la repercusión en las redes.
«Los insultos eran de gente que no conozco. La gente que me conoce sabe que soy incapaz de hacer una cosa así», ha añadido el joven.
También ha reconocido que cuando fue a los Mossos d’Esquadra, el sábado por la tarde, para denunciar el acoso que estaba sufriendo, los agentes «tampoco daban crédito a lo que estaba pasando».
«Ahora ya se ha acabado todo. Ya lo tengo como una anécdota, ya me puedo reír», ha acabado diciendo Rubèn Mascarell.
Mascarell publicó en su perfil de Facebook un post donde explicó las acusaciones que recibió este pasado fin de semana y en el cual pedía justicia.