El II Congreso Internacional de Tramperos se ha abierto hoy en Toledo con la protesta de un grupo de ecologistas que considera que este congreso y la previsible aprobación, esta tarde, de la Ley de Caza de Castilla-La Mancha retratan «un tiempo de decadencia» y un «fracaso» de la sociedad.
Así lo ha indicado a los periodistas a las puertas del Palacio de Benacazón, donde se celebra el Congerso de Tramperos, Luis Miguel Domínguez, periodista ambiental y portavoz de la organización ‘Lobo Marley’.
El congreso está organizado por la Asociación de Tramperos de España (ATE) y tiene por objetivo debatir diferentes aspectos del trampeo, desde capturas con fines de conservación hasta el control de especies exóticas invasoras y depredadores o fototrampeo, según ha explicado a los medios de comunicación el presidente de la ATE, Albert Roura.
Se trata, ha añadido, de «lograr la profesionalización de la actividad» de modo que toda persona que conoce un método de captura «esté formado y cualificado a tales efectos».
El Congreso contará con una docena de ponencias y a él acuden expertos canadienses, americanos, sudafricanos y holandeses, entre otros, según Roura quien ha rechazado que este evento tenga ninguna relación con la aprobación de la Ley de Caza en las Cortes de Castilla-La Mancha.
«Se trata de un congreso técnico en materia de captura de fauna salvaje», ha remarcado.
Sin embargo, a las puertas del Palacio de Benacazón un reducido grupo de ecologistas se han concentrado para protestar, entre ellos Luis Miguel Domínguez, Miguel Ángel Hernández, portavoz de la Plataforma contra la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, y Javier Mateo, candidato de IU a la Alcaldía de Toledo.
Domínguez ha precisado que «no es casualidad» que coincidan hoy este Congreso y la aprobación de la Ley de Caza y ha considerado que «la agenda de hoy es el retrato de un tiempo de decadencia, un fracaso para esta sociedad», pese lo cual ha advertido de que «no todo está perdido» porque la sociedad civil «se está moviendo».
Ha reivindicado que la conservación «no es solo una cuestión de amiguitos de los animales» sino que es el contribuyente «el que reclama un trato diferente para nuestra fauna», y ha recordado los cuatro linces que han sido reintroducidos y que han muerto en los últimos meses en Castilla-La Mancha.
Luis Miguel Domínguez ha defendido «un modelo de convivencia» de lo ciudadanos con su patrimonio natural y, en este sentido, ha subrayado que «tanto esta Ley de Caza como este Congreso evidentemente van en la dirección contraria».
También se ha preguntado cuánto dinero de las monterías y el mundo cinegético se queda en el mundo rural y ha rebatido que la caza sea un motor económico en Castilla-La Mancha, al tiempo que ha exigido «que quien debe velar por el patrimonio de todos, lo haga».