El artista madrileño, de origen pastranero, Raúl Ranera expone en Pastrana 28 cuadros de inspiración netamente alcarreña. Ranera empezó su carrera artística como decorador profesional y recorrió en los años 90 diferentes países árabes embelleciendo con su otro arte palacios y edificios públicos. Desde hace ya casi 20 años se dedica exclusivamente a la que es su gran pasión, la pintura.
Es la primera vez que expone en la villa ducal, «lo que siempre es una responsabilidad», confiesa. Su vocación pictórica tiene mucho que ver con la localidad de la que es oriundo. «De pequeño mi padre me traía a la Plaza de la Hora donde tenía su estudio el pintor local Joaquín Yela. Desde entonces yo también quise serlo», dice. La influencia de Marcelino, que así se llamaba el padre del artista, también se puede apreciar en la muestra. «Él fue fotógrafo y muchas de las obras que expongo son mi propia versión de sus imágenes. Cuando veraneábamos en Pastrana, hizo muchas fotos de eventos familiares», dice. Uno de los rincones de la muestra está reservado a algunas de aquellas imágenes de época, en blanco y negro.
En el mismo inicio de la exposición hay dos grandes cuadros, hechos en acrílico y pintados en blanco y negro, que representan a los dos personajes emblemáticos de la villa ducal: la princesa de Éboli y Santa Teresa. Ranera les ha dado a ambos un tratamiento especial, puesto que están pintados sobre tela de saco, que intencionadamente deja ver su textura de agujeros. «Juego con las trasparencias, que de cerca se perciben con claridad en el lienzo». Pintar sobre esa superficie implica una gran dificultad, «porque si te pasas de color, no hay nada que hacer, no se puede rectificar».
A Raúl Ranera le gusta el impresionismo, el realismo, incluso fauvismo, «despreocupándome de los colores», valora. De todos estos estilos hay ejemplos en la muestra. Además de inspirada en las fotografías de Marcelino, también le han servido como referente diversos apuntes tomados durante el verano, que luego Ranera ha completado en su estudio de Madrid.
Toda la muestra está a la venta. Nada más abrirla ha vendido seis cuadros. «La exposición tiene un gran componente sentimental, quiero que la gente tenga mi visión de Pastrana, por eso los precios son asequibles», termina. Estará expuesta en el Salón de Caballerizas del Palacio Ducal a lo largo del fin de semana mientras permanezca en el horario de apertura de la oficina de Turismo y hasta el día 30 de abril.