Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la Biblioteca de Castilla-La Mancha ha puesto a disposición de los lectores el centro de interés «Pioneras», un homenaje a las mujeres del pasado y del presente que han roto moldes y luchado contra las desigualdades desempeñando destacados papeles en la sociedad.
Rebecca West, Isak Dinesen, Florence Nightingale, Emilia Pardo Bazán, Dorothy Parker, Catalina de Erauso, Flora Tristán, Osa Johnson o Amelia Earhart son algunas de las protagonistas de esta selección de libros en la que se incluye la obra «Carmen de Burgos ‘Colombine’: Contra el silencio», de Blanca Bravo Cela, un recorrido biográfico por la vida de una mujer que se apartó de muchos de los convencionalismos que dominaban la España de principios del siglo XX: abandonó a su marido llevándose a su hija, frecuentó reuniones masculinas e hizo carrera política y periodística, después de consolidarse como escritora.
Carmen de Burgos está considerada la primera mujer periodista en España y en lengua española. Se da la circunstancia de que en 1901 obtuvo una plaza mediante oposición en la Escuela Normal de Maestras de Guadalajara y en 1907 trabajó en la Escuela Normal de Maestras de Toledo, donde hizo amistad con Dolores Cebrián, esposa de Julián Besteiro, que también trabajaban allí.
Hija de un vicónsul de Portugal en Almería, a los 16 años contrajo matrimoño con el periodista Arturo Álvarez, propietario de una imprenta donde comenzó a familiarizarse con el mundo de la prensa. En 1901, tras obtener plaza en Guadalajara, fallece su hijo y abandona a su marido para comenzar una nueva vida con su otra hija. Permaneció en Guadalajara hasta que en 1907 fue trasladada a Toledo.
Su estancia en la ciudad fue para ella una especie de destierro en el que no dejó de recibir críticas de la Iglesia y de los sectores reaccionarios. El obispo de Jaca llegó a presentar una interpelación contra ella en el Senado y exigió responsabilidades al ministro de Instrucción Pública por permitir en las aulas profesores que difundían ideas liberales contrarias a la fe. Las críticas también le llovían desde otros sectores de la prensa, como por ejemplo la que tuvo cuando en clase dijo que el origen del lenguaje no era divino, sino fruto de la evolución humana.
La vida de Carmen de Burgos y de otras tantas y tantas mujeres que fueron pioneras en sus tiempos se hacen hueco estos días en el nuevo centro de interés de la biblioteca.