El Aeropuerto de Ciudad Real, el primero que se construyó con capital privado en España, y que a lo largo de años ha estado inmerso en múltiples vicisitudes sobre su futuro, puede convertirse en los próximos meses en un Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED) para migrantes, continuando así con el turbulento camino que desde sus inicios ha rodeado este proyecto.
La decisión del Gobierno de estudiar crear un centro de acogida para atender de forma temporal a las personas llegadas a las costas del país ha vuelto a poner en el punto de mira esta infraestructura aeroportuaria, donde la actividad aeronáutica, desde su reapertura al tráfico aéreo en 2019, se limita a la aviación ejecutiva y a vuelos de compañías que realizan en estas instalaciones el mantenimiento de aeronaves.
El proyecto del Aeropuerto de Ciudad Real, que nació en febrero de 1997 cuando la Cámara de Comercio de Ciudad Real solicitó entonces su implantación en Ciudad Real, contó entonces con la oposición a su construcción de las principales organizaciones conservacionistas de España por estar construido sobre una zona de especial protección para las aves esteparias.
Tras ser declarado en mayo de 1999 como proyecto de Interés Regional por la Junta de Comunidades, antes de su construcción tuvo que superar diferentes escollos, entre ellos, la negativa de la autorización de las obras en noviembre de 2001 por parte de la Dirección General de Aviación Civil si el proyecto no garantizaba que cumplía entonces con la Declaración de Impacto Medioambiental (DIA) que exigía el Ministerio de Medio Ambiente.
Fue en diciembre de 2002 cuando el Ministerio de Fomento autorizó el inicio de las obras, si bien, un año más tarde, la Unión Europea paralizó las obras ante los problemas ambientales del proyecto y el incumplimiento de las medidas de protección para las aves.
En abril de 2004 comenzó finalmente la obra civil del aeropuerto, si bien la Unión Europea ordenó de nuevo pararlas en octubre, ante las quejas de organizaciones ecologistas que argumentaron que los promotores seguían vulnerando la normativa medioambiental comunitaria.
Tras presentar los promotores, en junio de 2005, una tercera Declaración de Impacto Ambiental, las obras pudieron reanudarse y el Ministerio de Fomento publicó en agosto de 2006 la aprobación del Plan Director del aeropuerto.
En octubre de 2008, cuando todo parecía indicar que el Aeropuerto de Ciudad Real iba a comenzar su actividad, se suspendió el inicio de los vuelos porque los promotores no lograron la correspondiente licencia de vuelo por no cumplir la Declaración de Impacto Ambiental. Tres meses más tarde, en diciembre de 2008, finalmente, despegó el primer avión comercial desde Ciudad Real.
Posteriormente, el aeropuerto de Ciudad Real volvió a verse inmerso en numerosos problemas, que comenzaron cuando en mayo de 2009 los empresarios Domingo Díaz de Mera, Antonio Méndez y Antonio Barco dimitieron como consejeros de la sociedad promotora del aeropuerto, un mes antes de que la empresa Montreal S.A, que trabajó en las obras del aeropuerto, registró una solicitud de concurso necesario de acreedores.
Entre 2009 y 2010 empresas como Air Nostrum o Air Berlín, anunciaron que dejaban de operar en el aeropuerto, y en junio de 2010, el juzgado suspendió la administración del aeropuerto y declaró concurso de acreedores, tras cifrarse en 320 millones la deuda que mantenía la empresa CR Aeropuertos con sus acreedores.
Finalmente, en octubre de 2011 los administradores concursales pidieron el cierre temporal del Aeropuerto de Ciudad Real y dos años más tarde, en julio de 2013, fijaron su precio de venta en 100 millones de euros.
Tras presentarse varias ofertas para su compra a lo largo de varios años, que fueron rechazadas por los administradores concursales por no ofrecer garantías suficientes, fue en abril de 2015 cuando el juzgado de Instrucción y de lo Mercantil Nº 4 de Ciudad Real sacó a subasta directa la infraestructura aeroportuaria a un precio de 40 millones.
Este nuevo proceso de venta tampoco llegó a completarse y tras la llegada de un responsable al juzgado de lo Mercantil Número 4 de Ciudad Real se inició un nuevo proceso de venta que se alargó hasta 2018, cuando CR International Airport S.L. (CRIA) compró el aeropuerto de Ciudad Real por 53,3 millones de euros.
Durante este tiempo, los nuevos propietarios del Aeropuerto de Ciudad Real también se han visto envueltos en distintas polémicas, motivadas por los impagos a los distintos proveedores que ofrecen servicio a las instalaciones, debido a que la actividad económica del aeropuerto se limita a unos pocos vuelos ejecutivos y el mantenimiento de aeronaves.
Esta actividad comercial solo se vio incrementada durante la pandemia, cuando estas instalaciones se convirtieron en aparcamiento de larga estancia de los aviones de líneas aéreas comerciales que dejaron de volar.