El Gobierno de Castilla-La Mancha ha seguido manifestándose en contra del proyecto de construir un centro de migrantes en el aeropuerto de Ciudad Real, y la consejera portavoz del Ejecutivo, Esther Padilla, ha recordado que cuando vinieron ucranianos «huyendo de la guerra de Putín no se valoró poner barracones en medio del campo».
El Ejecutivo castellanomanchego se queja de la opacidad que ha tenido el Gobierno central con este tema, por lo que Padilla ha expresado que «es muy duro que algo que se quiere hacer en el territorio ni se comunique».
Además, cree que ese proyecto «no es la mejor manera de atender migrantes, poniendo barracones en medio del campo».
«Que no se comunique no lo vemos ni desde el punto de vista de la lealtad institucional ni desde el modelo de cogobernanza», ha añadido Padilla, quien ha expresado que Castilla-La Mancha va a «poner todo» de su parte para «atender y ayudar a los migrantes que llegan».
Sobre si la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha sabía algo sobre la decisión, Padilla ha expresado que «el problema es mayor» si la delegada Milagros Tolón no sabía nada hasta hace dos días.
También ha habido polémica porque la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, explicó que había informado al Gobierno regional, pero desde el Ejecutivo castellanomanchego se ha insistido en que es la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, quien se puso en contacto con la secretaria de Estado de Migraciones cuando le transmitieron rumores desde las organizaciones que atienden a migrantes.
«Es muy triste, que nos tengamos que enterar de una noticia por las entidades sociales», ha remarcado la consejera portavoz, quien ha dicho que todavía están a la espera de que el Gobierno les comunique el «modelo» que se quiere implementar, porque todavía «no se nos ha informado de cómo lo quieren hacer».
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