Caja Rural Castilla-La Mancha es la primera cooperativa de crédito del centro de España y la tercera del ranking nacional, al obtener un volumen de activo de casi 6.700 millones de euros. Así se desprende de un informe elaborado por la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc).
Según el «Balance Público» anual que presenta la Unacc, Caja Rural Castilla-La Mancha ha obtenido un importante crecimiento a lo largo de 2014, superando en volumen a entidades tradicionalmente mayores, hecho que ha propiciado su escalada del séptimo al tercer puesto en solo un año.
La entidad financiera se sitúa así como la primera cooperativa de crédito del centro del país y la tercera del ranking nacional, en un pódium compuesto por Cajas Rurales Unidas (Cajamar), Caja Rural de Navarra y la propia entidad castellanomanchega.
Caja Rural Castilla-La Mancha cerró el ejercicio 2014 con un beneficio antes de impuestos de casi 23 millones de euros y con un incremento espectacular al presentar un activo de balance de casi 6.700 millones de euros, lo que supone un 21,8 por 100 más en relación al pasado año. Además, obtuvo un ratio de solvencia del 13,11 por 100, cinco puntos más de lo exigido por el Banco de España; una posición de liquidez de 1.529 millones de euros; y un ratio de morosidad del 3,3 por 100, frente al 12,61 por 100 que presenta el resto del sector financiero a finales del ejercicio 2014.
El director general de la entidad financiera, Víctor Manuel Martín López, ha valorado las conclusiones del informe señalando que «estos resultados son un estímulo y un acicate para seguir trabajando de la mano de nuestros socios y clientes, porque hemos multiplicado la entidad por dos en tan solo cuatro años».
A su juicio, esta posición alcanzada ratifica «la credibilidad, garantías y dimensión que posee actualmente Caja Rural Castilla-La Mancha, refrendada por nuestros ratios de solvencia, baja morosidad y eficiencia. Estamos satisfechos de ser referentes en nuestra tierra y ahora también en el conjunto del país».
La estrategia emprendida por la entidad se ha apoyado en su política de dotación a provisiones, un beneficio contenido, una gran solvencia adaptada a cualquier escenario de riesgo, una de las morosidades más bajas del sistema financiero español y una prestación de servicios de calidad y competitivos.
Además, durante el año pasado la caja aumentó su inversión crediticia un 17,11 por 100, pasando de 2.472 millones en 2013 a los 2.895 de 2014, es decir, 400 millones de euros de crecimiento, hecho que corrobora su apuesta por atender los requerimientos de todo su ámbito de actuación (pymes, autónomos, cooperativas, particulares) y por potenciar el desarrollo colectivo.
Caja Rural Castilla-La Mancha abrió nuevas oficinas hasta llegar a las 353 actuales y generó empleo hasta totalizar una plantilla de 981 profesionales.
Igualmente, a través del Fondo de Educación y Promoción (FEP) y de su fundación, ha continuado desarrollando su labor asistencial atendiendo a las organizaciones sociales, humanitarias y ONG’s mediante iniciativas solidarias y acciones de voluntariado corporativo.