La Guardia Civil y el cuerpo de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha han esclarecido la autoría del incendio del verano pasado en Gabaldón (Cuenca), que afectó a una superficie de 2.228 hectáreas, y han determinado que fue originado por una máquina empacadora un día que había un riesgo «extremo».
El mismo día que se declaró el incendio, el pasado 30 de julio, ambos cuerpos iniciaron de forma coordinada una investigación que ha desembocado en la identificación como autor del hombre que manejaba la máquina, que realizaba labores de empaque a pesar de que había una prohibición expresa por la normativa sectorial que regula esta actividad, ha informado este miércoles en una nota de prensa la Guardia Civil.
Las llamas, que se iniciaron en el término municipal de Gabaldón, en el límite con el término de Valverdejo, afectaron a terrenos de estas dos localidades y de los municipios de Barchín del Hoyo y Piqueras del Castillo. En total se quemaron 2.226,98 hectáreas de masa forestal arbolada, que lo convirtieron en el mayor incendio forestal de los últimos cinco años en Castilla-La Mancha y en el segundo más grande que ha habido este año en España.
La investigación ha determinado el fuego fue provocado por el hombre identificado, que ha sido investigado como presunto autor de un delito imprudente de incendio forestal, ha indicado el instituto armado, que ha añadido que las diligencias instruidas han sido entregadas al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Motilla del Palancar (Cuenca).
Los guardias civiles y los agentes medioambientales han comprobado que el investigado contravino la prohibición expresa por la normativa sectorial que regula esta actividad, al encontrarse ese día con un índice de propagación potencial (IPP) de incendios forestales «extremo» y situarse la masa forestal más próxima a una distancia reducida del área de inicio y colindante con la parcela en la que se realizaban las tareas agrícolas
Los investigadores han estimado que durante el empacado. y ante el movimiento reiterativo de la máquina empacadora, se pudo producir el calor o las chispas suficientes para que, al contacto con el pasto fino ligero y seco existente (paja), generase la combustión.
Parte de la paja en combustión cayó o fue arrojada sobre el rastrojo donde se estaba trabajando, dando inicio al fuego, cuyo avance intentó impedir el investigado, aunque al no conseguirlo abandonó el lugar, según han considerado los investigadores.