La Diputación de Toledo ha recuperado un enclave privilegiado, Ciudad de Vascos, con el objetivo de dar a conocer los restos de una antigua madina (ciudad) de Al-Andalus, que estuvo habitada entre los siglos IX y XII y que en la actualidad se encuentra despoblada.
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El presidente de la Diputación de Toledo, Arturo García-Tizón, ha visitado el yacimiento arqueológico junto al presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, Miguel Antolín; el vicepresidente de la Diputación, Emilio Bravo; el vicepresidente portavoz, Jaime Ramos; y los diputados Francisco Fernández, Manuel Fernández, José Luis Rivas, Sagrario Gutiérrez, Fernando Cabanes y Pablo Barroso.
Tizón ha avanzado que el yacimiento arqueológico de Ciudad de Vascos, situado en el término municipal de Navalmoralejo, será accesible por barco a partir de septiembre u octubre de 2015.
La institución provincial está realizando una serie de obras en el entorno de este yacimiento hispano-musulmán con el objetivo de hacerlo visitable a través del río Uso y el pantano de Azután y evitar así tener que atravesar toda la «Finca de Cucañas» -propiedad de la familia Cabestany-, en la que se asientan los restos de Ciudad de Vascos.
Unas actuaciones que, como ha asegurado García-Tizón durante la visita que ha realizado hoy al yacimiento, respetan el valor cultural y arqueológico de este espacio y contribuirán a dinamizar Talavera de la Reina y las comarcas de la Campana de Oropesa y La Jara.
El presidente de la Diputación ha explicado que habrá una zona de acogida de los visitantes en Aldeanueva de Barbarroya (Toledo) -donde se está construyendo el centro de interpretación-, y un paseo fluvial hasta el embarcadero situado en la parte baja de la Ciudad de Vascos.
Asimismo, ha recordado que se trata de una zona «de altísimo valor ecológico», que hasta el próximo 31 de mayo se encuentra en periodo de parada biológica.
Este es el motivo por el cual el centro de interpretación ha parado su construcción, a pesar de que la Declaración de Impacto Ambiental permite la continuación de los trabajos.
La institución provincial ha tomado esa decisión con el fin de preservar los periodos de cría de las especies protegidas que encuentran cobijo en este lugar, entre ellas la cigüeña negra, para facilitar su anidamiento y reproducción.
«Es un proyecto muy sensible y querido por la Diputación y la Junta de Comunidades, en el que también participa la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT)», a quienes García-Tizón ha agradecido su implicación en unas obras que permitirán hacer visitable el yacimiento para todos los ciudadanos.
En la misma línea se ha manifestado el presidente de la CHT, Miguel Antolín, quien ha destacado que esta iniciativa «va a permitir, con un máximo respeto al medio ambiente, recuperar y preservar el patrimonio histórico español».
El presupuesto total para este proyecto es de 2,5 millones de euros, de los cuales se han invertido hasta el momento 1,7 millones en el buque turístico, la senda ecológica (ya finalizada) y el centro de interpretación, así como en abastecimiento, saneamiento y suministro eléctrico del mismo, viales interiores, aparcamiento y cerramiento.
Las actuaciones que quedan pendientes, y que se reanudarán una vez concluya la parada biológica señalada, son la construcción del hangar, el acceso desde la carretera, el equipamiento de la sala de proyecciones y cocina, entre otras.
La Diputación de Toledo recupera así un enclave «privilegiado» y lo pone a disposición de todos los ciudadanos para que puedan conocerlos restos de una antigua medina (ciudad) de Al-Andalus, que estuvo habitada entre los siglos IX y XII y que en la actualidad se encuentra despoblada.