martes, 26 de noviembre de 2024
José Manuel González Mujeriego 15/03/2015junio 8th, 2017

El investigador José Manuel González Mujeriego ha estudiado los mapas de la primera época de Cervantes, antes del cambio territorial en el Campo de Montiel que acordó Felipe II, y ha situado el ‘lugar de la Mancha’ en Mota del Cuervo (Cuenca) siguiendo, además, tesis de anteriores cervantistas.

Este autor conquense, afincado en Madrid, ha explicado a Efe que el libro que acaba de publicar, coincidiendo con el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, abarca dos años y medio de investigación, en su mayoría buceando en los mapas que guiaron a Miguel de Cervantes por el territorio manchego y cotejándolos con los mapas satélites actuales.


«Me sorprende que los investigadores actuales no se hayan dado cuenta de que el antiguo Campo de Montiel era otro», asegura González Mujeriego.

En la actualidad, la Mancha abarca un territorio bastante más extenso que el llamado ‘Común de la Mancha’ de la época de Cervantes, que estaba formado por 22 pueblos con capital en Campo de Criptana, primero, y Quintanar de la Orden, después.

Es decir, no estaban en la Mancha que conoció Cervantes una serie de localidades que se han afanado por hacer suyos a Don Quijote y a Sancho Panza, como Villanueva de los Infantes, Argamasilla de Alba y, muy recientemente, Alcázar de San Juan.

Pero sí formaban parte de aquella comarca histórica y geográfica bien delimitada municipios como Mota del Cuervo -en aquel momento, El Cuervo- El Toboso, Miguel Esteban, Pedro Muñoz, La Villa de Don Fadrique, Quintanar de la Orden y Manjavacas (hoy también integrada en Mota del Cuervo).

Cuando Cervantes tenía 28 años y ya había recorrido bastantes pueblos de aquella zona e incluso había participado en la Batalla de Lepanto y estaba fuera de España, el rey Felipe II proclamó capital del Campo de Montiel a Villanueva de los Infantes y fijó el nuevo territorio de esta comarca en ‘Las Relaciones de Felipe II’ (1575).

Lo que González Mujeriego defiende en su libro ‘Lo que Cervantes calló’ (Cultiva Libros) es que cuando Miguel de Cervantes cita al ‘antiguo y conocido Campo de Montiel’ se refiere al que había conocido durante la primera parte de su vida.

Y rechaza, por tanto, teorías de otros cervantistas que utilizaron mapas muy posteriores a las andanzas de Cervantes y que han llegado, en su opinión, a «conclusiones desacertadas».

En particular, apunta que Villanueva de los Infantes se sitúa a 120 kilómetros de El Toboso «y Cervantes insiste tantas veces en que está tan cerca de El Toboso, que no creo que en aquella época 120 kilómetros sea poca distancia», argumenta.

En su defensa de Mota del Cuervo, González Mujeriego recupera tesis que ya defendieron en su momento autores anteriores, como el notario y novelista Rafael López de Haro, el geólogo y académico Pedro de Novo y Fernández Chicarro, que también fue director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y Luis Astrana Marín, entre otros.

Por otra parte, para este investigador hay pocas dudas de que ‘el lugar de la Mancha’ que no desvela Cervantes es el mismo en ‘Don Quijote de la Mancha’ y en ‘Los trabajos de Persiles y Sigismunda’ y señala que el escritor trabajó en ambos libros al mismo tiempo.

Cervantes recoge los mismos parajes en estos dos libros, los últimos que escribió, y en ambos dio «una lección magistral» sobre cómo incitar a la reflexión e incluso al debate y a la discusión «callando» determinada información.

José Manuel González Mujeriego afirma que en este momento muchos investigadores coinciden en que ‘el lugar’ debe estar en la Mancha Santiaguista: «no digo que coincidan en que debe ser Mota del Cuervo, porque hay muchas teorías, pero lo que está claro es que está en la Mancha Santiaguista», subraya.

Este territorio de la Mancha Santiaguista viene a coincidir con lo que en su momento se denominó ‘Común de la Mancha’.

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