sábado, 26 de octubre de 2024
Foto del Aeródromo de Robledillo (Guadalajara) Foto: @robledilloaerodromo
Foto del Aeródromo de Robledillo (Guadalajara) Foto: @robledilloaerodromo
La formación es su principal actividad - 26 octubre 2024 - Toledo

El Aeródromo Teniente General Vives, más conocido en la provincia de Guadalajara como el Aeródromo de Robledillo, por ubicarse el pequeño municipio de Robledillo de Mohernando, acaba de cumplir medio siglo de vida y lejos de vivir de los recuerdos, se encuentra en una fase de revitalización.

Y es que trabaja para recuperar la escuela de vuelos con motor y convertirse próximamente en uno de los pocos autorizado para vuelos nocturnos.


«Nos sentimos muy orgullosos de los orígenes de cualquier actividad aeronáutica en Guadalajara. Somos una continuación de los pioneros en España en aviación», destaca en una entrevista con la Agencia EFE el presidente del Aeroclub de Guadalajara y presidente del Real Aeroclub de España, Jesús Muela.

De este modo, Muela rememora que en Guadalajara arrancó la aerostación, fue donde se creó la primera Escuela de Ingenieros y también la primera fábrica de aviones ‘la Hispano’, «reconocida en todo el mundo y donde se hicieron varios prototipos y sobre todo despuntó en motores».

Muela recuerda que el aeródromo lo fundó el hijo del teniente general Pedro Vives Vich, Pedro Vives Camino, en 1973 primero en Valbueno, muy cerca de Cabanillas y Guadalajara, pero debido a la cercanía al aeropuerto de Torrejón de Ardoz, en 1974 buscaron una nueva ubicación y se asentaron a 25 minutos de Guadalajara, en el municipio de Robledillo de Mohernando donde encontraron un “terreno de secano con una superficie llana y con las trayectorias de despegue y aterrizaje libres”.

El aeródromo permite tanto la actividad privada, de aterrizaje, despegue y hangar de aviones, como formativa, ya que alberga varias escuelas y aviación deportiva.

En concreto, las instalaciones las conforman una pista asfaltada de cerca de 1.000 metros y otra no asfaltada, paralela de unos 900 metros y algo más ancha, lo que permite hacer operaciones en paralelo.

«Somos unos auténticos afortunados porque esto, quitando los aeropuertos, no lo tiene nadie», reconoce Muela.

Y el vicepresidente del Aeroclub de Guadalajara, José María Moya, añade a EFE que las instalaciones también cuentan con una pista cruzada, que comunica ambas pistas y que cuando sopla viento de este u oeste, que suelen ser fuertes, es la que permite el aterrizaje.

Una zona de oficinas, y otra donde se ubican varias escuelas de ultraligeros y autogiros, tres simuladores para formación y una zona de hangares con capacidad para cerca de 130 aviones completan las instalaciones del aeródromo.

La formación, su principal actividad

Su actividad es principalmente educativa, así nació y sigue ahora impulsándola.

“Cuando yo me formé, fuimos varios chavales alcarreños los que pudimos hacernos pilotos y llegamos a las compañías aéreas y ahora el objetivo es la continuidad. Aquí hemos hecho pilotos ‘de cero’ a Iberia, porque contratábamos los simuladores de Iberia y la formación que no podíamos hacer aquí la continuábamos allí», explica Muela, quien calcula que en estas instalaciones se han formado más de 120 pilotos.

Además, durante años, también tuvieron Escuela de Vuelo sin motor que ahora van a recuperar, primero con cursos de vuelo modulares y luego que puedan ser reconocidos, como eran antes.

Su formación no solo pasa por pilotos, sino también mecánicos, especialmente de motores de combustión interna, muy escasos en España.

Otra de las actuaciones que están llevando a cabo es la adecuación de las instalaciones para que pueda ser un aeródromo con vuelo nocturno, para permitir tanto el aterrizaje y despegue de aeronaves privadas como formación para escuela de vuelo nocturno.

“Ninguno de los dos de los principales aeropuertos de aviación ligera, Sabadell y Cuatro Vientos, está autorizado para volar por la noche y eso nos daría una viabilidad económica total, que es nuestro objetivo”, añade Muela.

También a lo que quieren sumar la posibilidad de realizar operaciones cat que son de transporte aéreo ligero y que tendrían también repercusión económica directa e indirecta en la comarca de la Alcarria y la Campiña donde se ubican.

«La licencia para volar cuesta similar a sacarse el carné de conducir»

Por otro lado, el presidente del Aeroclub de Guadalajara ha lamentado que, a pesar de que España tiene muchas más horas de sol y mejor climatología que otros países de Europa, se vuele mucho menos que en otros lugares.

De hecho, apunta que uno de los objetivos de los actos de aniversario es divulgar más sobre la aeronáutica y sobre las posibilidades de hacerse piloto y desterrar la idea de que es caro hacerse piloto.

«La licencia cuesta similar a sacarse el carné de conducir y ya podrías volar sin comprar un avión porque estás en nuestro aeroclub y puedes hacerlo por un bajo precio”, explica Moya, quien considera que todavía hoy existe mucho desconocimiento de este sector.

Para divulgar, informar y recordar, el Aeroclub de Guadalajara ha preparado este sábado una jornada de puertas abiertas en el aeródromo donde quien se acerque podrá disfrutar de exhibición estática de aeronaves, habrá una zona con información de las escuelas de vuelo, talleres, zona de juegos y actividades infantiles y también habrá sorteo de vuelos gratuitos.

“Además podrán probar cómo es volar con los simuladores de vuelo que tenemos. Es exactamente igual que si vuelas, con una resolución 4k y esto suele atraer mucho y motivar mucho a la gente joven que puede estar interesada”, afirma Moya.

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