La suelta se ha producido este lunes junto a otras cuatro aves: un mochuelo, un cernícalo común, un cárabo y un búho real, todos recuperados en el CERI de diversas dolencias, a excepción del búho real que sí ha nacido en el centro, de una madre «irrecuperable» al medio natural y que está destinada a educación ambiental, según ha apuntado la Junta en nota de prensa.
En concreto, el águila imperial ingresó en Sevilleja de la Jara el día 17 de junio de 2024, proveniente de Gálvez (Toledo) y era un pollo nacido este mismo año, con las plumas todavía en crecimiento, incapaz por tanto de volar por sí solo, que además estaba ligeramente desnutrido y deshidratado.
La evolución del animal ha sido favorable en todo momento, ha permitido mejorar con rapidez su condición corporal, y junto a otros individuos de su misma especie ha desarrollado adecuadamente sus habilidades sociales, de vuelo y de caza.
En cuanto al resto de animales, el mochuelo y el cernícalo llegaron en julio, el primero con una diarrea provocada por un parásito y el segundo con signos claros de haber permanecido en cautividad, ya que presentaba las plumas de las alas cortadas con tijeras, así como delgadez y desnutrición.
Sevilleja, primero centro del mundo en reproducir águila imperial
En declaraciones a los medios de comunicación, el delegado de la Junta en Toledo, Álvaro Gutiérrez, ha expresado su orgullo por el trabajo de recuperación del CERI con especies que, como el águila imperial, “estaban prácticamente extintas” y ha ensalzado que el centro, en el año 2023, recepcionó unas 1.400 aves, mientras que en este 2024 podrían superar las 1.500.
Ha añadido que este centro «cuenta en su haber con hitos tan importantes como ser el primero en el mundo en reproducir el águila imperial en cautividad”.
El delegado ha recordado que el gobierno regional ha invertido este año más de 500.000 euros en el CERI de Sevilleja de la Jara para continuar con las labores de cuidado de los animales y también pedagógicas.