domingo, 29 de septiembre de 2024
Balonmano 22/03/2015junio 8th, 2017

El Blas-Gon Villa de Aranda se impuso este sábado en su visita al Ciudad Encantada de Cuenca con un marcador tan justo como sorprendente, 22-31, en la vigésima primera jornada de la Liga Asobal.

Se sabía de la igualdad entre ambos conjuntos, ya que en Aranda ganó el Ciudad Encantada, y por eso no había favoritos en un encuentro con puntos importantes para la permanencia.


Desde esa igualdad, la victoria tan clara de los arandinos se convirtió en una gran sorpresa, más cuando los conquenses llevaban una excelente línea de juego en esta segunda vuelta, algo que no se pudo ver en este encuentro.

El partido comenzó muy igualado, con las dos aficiones como protagonistas. Hermanadas fuera del campo, fueron auténticos rivales en las gradas, con cánticos que dieron un ambiente fabuloso al Sargal.

Este ambiente afectó al ritmo del partido, demasiado trepidante en algunos momentos, aunque la pausa la terminó poniendo el conjunto visitante en los últimos 10 minutos de esta primera parte.

Hasta ese momento, el marcador reflejó igualdad, aunque en la mayoría de los minutos fue el Blas-Gon Villa de Aranda el que fue por delante, al aprovechar las prisas en el ataque conquense que propiciaron pérdidas ingenuas de balón y el consiguiente contraataque del conjunto rival.

En esa igualdad se entró en el minuto 20 (8-8) cuando el conjunto arandino rompió el encuentro. Las pérdidas de balón conquenses aumentaron, las dificultades para marcar también y eso se reflejó en el luminoso con un parcial de 4-8, lo que propició irse al descanso con la ventaja de 12-16, la mayor que el Villa de Aranda había conseguido en todo el partido.

Tras el paso por los vestuarios, el Globalcaja Ciudad Encantada intentó reducir distancias, pero la actuación de Javier Díaz bajo palos y, de nuevo, las pérdidas tontas de balón, lo impidieron.

Todo lo contrario, el equipo de Jacobo Cuétara empezó a jugar con mucha tranquilidad y, sobre todo, efectividad.

El luminoso empezó ha reflejar distancias cada vez mayores a favor del Blas-Gon Villa de Aranda que, empujado por su estupenda afición, empezó a sentenciar el partido y a conseguir un marcador casi sonrojante para el Globalcaja Ciudad Encantada.

Con una buena defensa y aprovechando los constantes fallos del equipo conquense, el conjunto burgalés llegó a ganar de once goles, 19-30, a seis minutos del final. Para entonces, el Globalcaja había acumulado 20 pérdidas de balón, por ocho de su rival, y el equipo estaba desaparecido sobre el parqué. En nada se parecía al visto durante los encuentros de esta segunda vuelta.

En resumen, gran victoria la conseguida por el Blas-Gon Villa de Aranda en su lucha por la permanencia, con las circunstancias gratificantes de no haber sufrido y de haberlo hecho acompañado de una fiel afición.

Todo lo contrario de lo ofrecido por el Globalcaja Ciudad Encantada que sólo mantuvo el tipo hasta el minuto 20.

El resto del partido pareció que habían salido otros jugadores con las mismas camisetas. Por ello, la afición que llenó El Sargal mostró su disgusto al término del partido con una sonora pitada al mismo tiempo que se preguntaba qué le había pasado a su equipo.

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