El alcalde de Letur, Sergio Marín, ha incidido este martes en la necesidad de «buscar soluciones hidráulicas tanto aguas arriba del municipio como aguas abajo» para evitar que fenómenos como el que ha devastado parte de la localidad albaceteña vuelvan a repetirse.
«Está claro que, en ese sentido, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) tendrá mucho que decir y nos tendrá que plantear una solución al respecto», ha defendido el regidor letureño, que ha precisado que en estos momentos es «precipitado» avanzar cuál es la solución y cuáles son las infraestructuras que se tienen que realizar para que «no vuelva a ocurrir».
«Lo tendrán que decir los técnicos», ha añadido Marín, que ha respondido de este modo al ser preguntado, tras firmar en Toledo un convenio con Globalcaja, sobre si es necesario edificar algún tipo de infraestructura que amortigüe los efectos de las intensas lluvias como las caídas hace dos semanas.
En cuanto a la situación que a día de hoy presenta la localidad, el regidor ha mostrado preocupación por las «muchas viviendas» de la parte del conjunto histórico-artístico del municipio a las que «en próximos días o semanas» se las tendrá que dar servicio de agua potable, de luz y alcantarillado.
«Se está trabajando en coordinación con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para avanzar y dar servicio a esas casas para que las familias que están reubicadas en otras viviendas puedan acceder a esa zona lo antes posible. Pero hay que tener paciencia porque la situación es complicada».
Dicho esto, ha destacado el trabajo y la «paciencia» que están teniendo los trabajadores sociales desplazados a Letur con los afectados.
«Están haciendo un estudio minucioso de la situación tanto de las familias como de persona a persona, que es lo más importante», ha valorado Sergio Marín, que ha recordado que alrededor de cuarenta familias tuvieron que ser reubicadas en viviendas de familiares o de amigos.
Se han derribado diez viviendas en Letur
Respecto a la situación de los bienes inmuebles, ha recordado que un primer informe técnico realizado por técnicos de la Diputación arrojaba la existencia de diez viviendas en situación crítica o en riesgo de colapso.
«En concreto, ya se han tirado diez viviendas y hay que seguir valorando. Se está realizando un triaje minucioso, vivienda por vivienda, para ver cómo actuar en su interior».
Preguntado sobre si las viviendas que han desaparecido tras el paso de la riada volverán a edificarse en el mismo lugar, el alcalde ha señalado que es «precipitado» pronunciarse sobre esa cuestión, pues serán los técnicos los que más adelante aporten la solución.
«Ahora mismo se está produciendo el derribo de esas construcciones para permitir la seguridad de los trabajos en esa zona. Más adelante, los técnicos, los arquitectos, nos tendrán que decir si es conveniente construir en las zonas que se han visto afectadas por la riada».