Los arqueólogos que trabajan en el yacimiento del Castillejo de Bonete, ubicado en Terrinches (Ciudad Real), han descubierto nuevas galerías bajo los túmulos de este enclave que permitirá ahondar en el conocimiento de las costumbres funerarias de sus habitantes.
El hallazgo ha sido anunciado por el alcalde de Terrinches, Nicasio Peláez, en una nota de prensa en la que ha destacado que este descubrimiento supone «un avance espectacular para el conocimiento de las costumbres funerarias de la Cultura de las Motillas».
Las cuevas que se han encontrado, que han permanecido selladas desde la Edad Media, se localizan en la reserva arqueológica que el pasado mes de noviembre fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) de Castilla-La Mancha.
En este sentido, el regidor ha comentado: «De forma absolutamente excepcional y meritoria en el panorama arqueológico regional estamos desarrollando desde el invierno la investigación de este yacimiento arqueológico singular, que se compone de varios túmulos unidos entre sí por corredores subterráneos».
El complejo funerario está orientado al solsticio de invierno y construido sobre una cueva natural situada en el borde meridional de la Meseta Sur.
Según los directores de las excavaciones, los arqueólogos Luis Benítez de Lugo y Norberto Palomares, la nueva cueva constituye una reserva arqueológica de primera magnitud y gran relevancia científica.
«Su contenido va a permitir reconstruir tanto el medio ambiente de aquella época como aspectos culturales y simbólicos de la comunidad que construyó las motillas, que eran desconocidos hasta el momento», han subrayado los investigadores que han señalado que «en cuarenta años de estudios sobre las motillas nunca antes se había encontrado nada parecido», han subrayado.
Las primeras excavaciones arqueológicas en este yacimiento fueron promovidas por el Ayuntamiento en el año 2003, ha recordado Peláez, que ha explicado que se trata de un conjunto monumental prehistórico, de la Edad del Bronce, con varios túmulos conectados entre sí por corredores subterráneos, y debajo del complejo tumular hay una cueva santuario subterránea.
Hace 4.000 años los hombres la Cultura de las Motillas se reunían en este lugar para realizar ritos funerarios que llevaban aparejados el depósito de ofrendas y banquetes rituales.