El secretario general de CC.OO. Castilla-La Mancha, José Luis Gil, acompañado por el secretario de Industria del sindicato, Ángel Léon; y el de Política Institucional, Juan José González; ha denunciado la situación crítica que vive el sector industrial de Castilla-La Mancha y la necesidad de recuperarlo como eje fundamental para salir de la crisis. Para ello han presentado un documento de propuestas que enviarán tanto a los partidos políticos como a la patronal con el objetivo de fomentar un cambio en el modelo productivo regional.
El impacto de la crisis ha sido «brutal» en el sector industrial castellanomanchego que ha perdido 36.000 empleos y 1.834 empresas. El secretario general de CC.OO. en la región, José Luis Gil, destacaba que hay las mismas industrias en Castilla-La Mancha (12.272) que en 1999, por lo que sentenciaba que «ha habido un retroceso de más de 15 años» en este sector, pese al buen comportamiento del agroalimentario.
Datos a los que hay que añadir la caída del número de pedidos (un 11,6 por 100) y la bajada de la cifra de negocio (un 9,8 por 100), es decir, mientras que «la industria se sigue hundiendo en Castilla-La Mancha, Cospedal sigue tocando la lira», destacaba Gil, quien insistía en la necesidad de «un plan de actuación para dinamizar el sector en la región que nos permita salir cuanto antes y mejor de la crisis económica».
La importancia de un cambio en el modelo productivo también está motivado por el excesivo número de microempresas que hay en Castilla-La Mancha, donde el 94 por 100 son pequeñas o medianas que «lógicamente nos debilita». A lo que se suma «la escasa o nula cultura empresarial y, sobre todo, de gestión» que no está acorde con los tiempos y que convive con la ausencia de innovación tecnológica. «La economía del siglo XXI no se puede abordar con prácticas del siglo XIX», puntualizaba Gil.
LA PROPUESTA DE CUATRO MEDIDAS
Para el cambio en el modelo productivo, CC.OO. proponer «favorecer el tamaño de las empresas para competir y salir de la crisis».
En segundo lugar, «fomentar la innovación tecnológica impulsando alianzas estratégicas que permitan la exportación».
Además, «hay que apostar por la formación de los pequeños empresarios y reforzar la colaboración entre empresa y universidad».
Al tiempo que consideran fundamental tener una posición proactiva para captar inversiones por lo que apuestan por impulsar el Observatorio de la Industria a través del que se puedan impulsar y seguir planes que afecten al sector.
ACTUACIONES EN VARIOS FRENTES
Gil consideraba esencial actuar sobre la financiación de las empresas tras la caída vivida durante estos años de crisis. En este sentido, apostaba por recuperar la banca pública, «a través del ICO si se quiere», porque «es fundamental el papel clave» que tiene.
Entre las debilidades del sector castellanomanchego se encuentra la escasa inversión que se realiza en I+D+I, que supone solo el 0,64 por 100 del PIB regional mientras que la media nacional es del 1,3 por 100. «Para equipararnos a la media del país, planteamos formal y seriamente crear la agencia regional de investigación e innovación», al tiempo que han solicitado un plan regional sobre esta materia con soporte presupuestario.
Gil ha aprovechado para recordar que la política relacionada con el suelo centrada en polígonos industriales «ha sido un fracaso. Como región tenemos una posición geográfica privilegiada que no se aprovecha bien para atraer inversiones».
Y, por último, «es imprescindible mejorar la formación, en este caso FP, y potenciar las relaciones entre la universidad y la empresa para hacer proyectos de desarrollo dentro de la empresa».
Unas medidas y propuestas que desde Comisiones Obreras plantearán a todos los partidos políticos e insisten al gobierno de la urgencia de plantear dichas políticas para avanzar y afianzar la economía regional.