Corría el año 1992 cuando tres alumnos recién salidos de la Escuela de Arte de Talavera, Ana Fernández-Pecci, Juan Carlos Albarrán y Ramón González Colilla decidieron montar su propio negocio relacionado con la cerámica, aquella materia en la que se habían especializado en el centro de la calle Segurilla. “Teníamos muchas inquietudes, nuestra idea era producir moldes para los otros talleres de cerámica, pero nos encontramos con la demanda de la cerámica artesanal y aquí nos metimos”.
Quien explica a encastillalamancha.es los comienzos de este taller cerámico en su 20 aniversario es una de sus fundadoras, Ana Fernández-Pecci, quien recuerda que “cuando empezamos, en el 92, también había crisis, tan sólo ha habido un par de años o tres más relajados”. La ceramista destaca que la producción artesana “es muy difícil de sacar adelante”, y es que es todo mano de obra. En este sentido, Fernández-Pecci recuerda como durante los primeros años “llegamos a tener hasta cinco personas trabajando, a día de hoy son dos trabajadores, y nos cuesta mantener la plantilla”, puntualiza.
Coincidiendo con ese 20 aniversario del taller artesano ubicado en la calle Capitán Luque de Talavera, sus tres propietarios han lanzado una pieza novedosa y original, pero con el toque distintivo de la cerámica tradicional de Talavera. Se trata de las piezas “Vanitas”, unas calaveras realizadas en cerámica y decoradas con variedad de motivos que están teniendo mucho éxito, sobre todo a través de las redes sociales.
Estas piezas, las 15 ó 18 que se han realizado de la serie hasta el momento, se han presentado al público en el establecimiento Espacio Interior. Una presentación que ha contado con la introducción histórica de las “vanitas” en el arte a cargo del profesor e historiador Francisco Peñalver.
La idea de elaboración de esta serie “Vanitas” como alegoría de la muerte surgió en julio del año pasado, y desde entonces en el Centro Cerámico se ha ido trabajando y materializando la idea. “Hay que hacer cosas nuevas, no te puedes quedar parado en época de crisis y ahora que hay menos trabajos también tenemos más tiempo para generar nuevas ideas”, indica Fernández-Pecci. La ceramista subraya también que todo surgió tras un viaje por distintos puntos de Italia, en el que “vimos que la utilización de la calavera en cerámica también se hacía de forma exenta, no sólo pintada en azulejos. Esto unido a que creímos que se trata de una iconografía actual, es lo que nos animó a producirla”, destaca una de las artífices de este nuevo producto cerámico innovador.
Las calaveras son todas iguales, todas las piezas siguen el mismo molde, pero cada una tiene una decoración diferente. A la hora de pintarlas se han elegido series propiamente talaveranas del siglo XVI, del XVII y del XVIII, series que además no son muy conocidas; también se han decorado con insectos, con colores planos, con el alfabeto griego, con letras inglesas, incluso una, “la más didáctica” reproduce y muestra las diferentes partes y huesos del cráneo. En este punto Fernández-Pecci, destaca que “notodos los motivos se pueden plasmar”, aunque sí a la hora de comercializarlas las piezas se pueden personalizar. De hecho ya existe demanda, gente, sobre todo jóvenes, interesados en piezas “vanitas” personalizadas.
Estas obras de cerámica artesanal y vanguardista se pueden adquirir en otros dos establecimientos además del Centro Cerámico Talavera: en la tienda “Espacio Interior” y en Barcelona, en “Objeto de deseo”. El precio al que se han puesto a la venta oscila entre los 50 euros de la más sencilla a los 150 euros de la más elaborada. Su valor varía en función de la decoración elegida.
La idea del Centro Cerámico es que a lo largo de este 2012, y coincidiendo con este vigésimo aniversario, poder presentar alguna pieza novedosa más, pero para conocer más detalles habrá que esperar un poco de tiempo. De momento, y aunque desde este taller cerámico afrontan el futuro de una forma “bastante incierta”, estos proyectos les están ayudando a capear la crisis, y es que gracias a este nuevo producto y a la colaboración que realizan con diseñadores y artistas el futuro parece que puede adivinarse de otra manera.