Hablando en castizo, el comentario de hoy huele peor que un cubo con basura después de dos semanas y es más añejo que el Cristo de la Luz. Sí, porque de nuevo esta semana ha sido noticia el que el portavoz del PP en el Ayuntamiento de la capital, a su vez, concejal de Participación Ciudadana, Juan José Alcalde Saugar, se haya referido a ello. Hablo de las consabidas escaleras mecánicas de la estación de autobuses y a las del remonte del Granadal. Las otras, las que permiten subir la cuesta de la Granja no suelen averiarse más de lo normal en estos casos.
Las escaleras mecánicas de la estación de autobuses
Sobre las de la estación de autobuses, recordemos, en desuso desde hace seis u ocho años. Ya he perdido la cuenta. Enzarzados el Ayuntamiento y la Junta de Comunidades con que uno es el propietario -el Gobierno regional en este caso-, y el responsable del mantenimiento -el Ayuntamiento para centrarnos-. Servidor tiene claro que es la Junta quien debe hacerse cargo de los 280.000 euros que se requiere para instalar una nueva escalera, pues la actual está obsoleta y con muchas dificultades para sustituir las piezas. Si soy propietario de un piso, las reparaciones generales las paga el casero. Otra cosa es una mejora, que hay que hacerlo con permiso del dueño, y la mejora se queda en el piso.
Al Ayuntamiento se le requiere para abonar los gastos del mantenimiento en este caso. Y claro, como pariente pobre que es dentro de las instituciones, dice que no me gasto este «pastón», que a ver si estudiamos una solución. Esta no llega porque no hay voluntad política y porque los dos organismos practican aquello de “pase usted primero que a mí me da la risa”. Se anuncian conversaciones, se producen algunas, pero con las posturas inmovilistas de los dos a ver quién cae o se rinde el primero y tira la toalla.
Escaleras mecánicas de acceso al Miradero
Respecto a las escaleras mecánicas que dan acceso al Miradero, también es muy frecuente que se averíe uno de los dos últimos tramos. Pasan días y días, semanas y semanas y a veces cuando subes juras en hebreo acordándote de los responsables de mantener las escaleras en condiciones y pasar las revisiones técnicas posibles. Decía Juan José Alcalde que van a tratar de encontrar una solución para solventar el problema. Pues adelante y cuanto antes mejor, pues como reza el dicho popular, para luego es tarde.
«No hay dinero»
Es el argumento que esgrimen algunos de los responsables de que la situación de las escaleras mecánicas, sobre todo la de la estación de autobuses, no se haya resuelto ni abordado seriamente después de casi una década. Vergonzoso asunto que a más de uno le debería escocer, pero se ve que tiene buena pócima preventiva. ¡Ni ciudad Patrimonio de la Humanidad ni leche, qué más da!
Ya les dije y escribí en una ocasión que hay dinero para lo que quieren, que lo tienen. Pero claro, tienen sus prioridades. Recuerden que el Gobierno regional ha pulido hace pocos meses la cifra nada desdeñable de 270.000 euros de vellón para comprar dos coches a 85.000 cada uno. ¿Qué coches serán que cuestan tanto? ¿No habrán adquirido el “coche fantástico”? Pues imagínense que con 110.000 euritos más habían puesto unas escaleras nuevas en la estación y muchísima gente lo agradecería y valoraría, además de resolver un problema antiquísimo.
Por cierto, sin salirnos de la escalera del Granadal hay una papelera en el tramo que une las dos partes, en lo llano. Siempre está súper llena con basura en el suelo. Habría que recogerla un par de veces cada día. Por allí transitan miles de personas. Insisto, no tengo nada en contra de que los dos vicepresidentes de mi Gobierno regional se desplacen en un buen coche, pero a ¿costa de quién y a qué precio…?
Carlos Martín-Fuertes