El campo de fútbol Carlos III de Toledo, que se prevé que esté en funcionamiento en diciembre de 2025, tendrá el sello de calidad FIFA y el césped contará con un nuevo material como alternativa al caucho que hará que la capital regional cuente con «el primer campo sostenible del mundo».
Así lo han explicado el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, y la vicerrectora de Coordinación, Comunicación y Promoción de la Universidad de Castilla-La Mancha, y representante del proyecto LIFET4C, Leonor Gallardo, tras la firma del protocolo de colaboración para la puesta en marcha del campo de fútbol Carlos III.
Un campo de fútbol que «situará a Toledo en el mapa mundial del deporte»
Con esta firma, el Ayuntamiento, que se encargará de la obra civil, y el consorcio liderado por la UCLM, que se encargará del control de calidad, la validación y la supervisión del césped homologado por la FIFA, sellan el acuerdo para que esta infraestructura sea una realidad en 2025.
Velázquez ha recordado que hace dos semanas se firmó el convenio para la cesión de terrenos, y hoy se da un paso «importantísimo» para que esta infraestructura, «que situará a Toledo en el mapa mundial del deporte«, sea una realidad y pueda ser disfrutada por los niños y niñas de las escuelas deportivas de la ciudad y por los alumnos de la Facultad de Ciencias del Deporte.
El alcalde ha asegurado que la recuperación de este campo de fútbol supone «un compromiso con la palabra dada, con la ciudad de Toledo, con los amantes del deporte, y con los antiguos alumnos de la Fábrica de Armas».
Además, su construcción da respuesta a la creciente demanda de instalaciones deportivas que hay en la ciudad, ya que, tal y como ha avanzado Velázquez, forma parte del plan de inversión en instalaciones deportivas que se pondrá en marcha en un año. El alcalde ha manifestado que «será un recuerdo muy positivo para la ciudad, que en el 2025, año en el que seremos Ciudad Europea del Deporte, volvamos a inaugurar el Carlos III, un campo que nunca se tuvo que derribar».
Así mismo, ha proseguido Velázquez, se cumple el compromiso «de ver Vega Baja, no como un problema, sino como una verdadera oportunidad», que es unir el campus universitario de la Fábrica de Armas, con Santa Teresa, convirtiéndolo «en el barrio universitario de Toledo».
Por su parte, Gallardo ha explicado que el proyecto LIFE T4C, liderado por el Grupo IGOID, está financiado por la Unión Europea con 5 millones de euros y está formado por un consorcio de empresas del sector, españolas y alemanas, «unido también a la FIFA».
El objetivo es proponer una alternativa al caucho que se emplea como relleno en los campos de césped artificial, y que ha sido prohibido por la Comisión Europea. Así, la vicerrectora ha asegurado que fruto de esta investigación, «Toledo contará, posiblemente, con el primer campo sostenible del mundo».