Se trata de Mercajeans en Madrigueras (Albacete) desde donde apuestan por la venta on line de los vaqueros que fabrican.
José María González y Paz Arroyo apostaron hace ya 40 años por el sector textil con una idea muy clara: conseguir que todo el proceso de fabricación de un pantalón vaquero, que era la prenda que más rentaba en aquella época, se llevase a cabo en una misma fábrica.
El matrimonio de Madrigueras (Albacete) quería innovar en un proceso que en esos años se caracterizaba por la participación de profesionales de distintas empresas hasta que se completaba.
Las particularidades de aquella prenda nada tiene que ver con las presentes al tratarse de pantalones vaqueros muy rígidos alejados de la elasticidad actual.
Al final lo consiguieron y en su fábrica se hace todo el proceso empezando por el diseño, los patrones… Pasando por cortar las telas y la confección hasta el tintado y lavado de las prendas e, incluso, la plancha y el etiquetaje para servirlos directamente en las tiendas o en las casas que los compren por internet.
RENOVARSE PARA SEGUIR EN EL SECTOR TEXTIL
En 2004 comenzaron a notar que la intensidad de trabajo empezaba a caer. Las empresas del sector textil optaron por deslocalizar el trabajo, muchos talleres tuvieron que echar el cierre… A eso se sumaría posteriormente la crisis económica, pero en Mercajeans «apostamos por reinventarnos y por crear nuestra propia marca».
Su marca blanca, Capitan Denim, nació casi del resto de tejidos de otras producciones y probaron a venderlo a través de su tienda on line. «Se corrió la voz» tanto y tan bien que «vendimos más de lo que pensábamos».
La segunda generación formada por Juan, José María y Oto (en la imagen) trabaja para «consolidar nuestra marca, llegar a más distribuidores y lanzar incluso a nivel europeo su tienda on line».
Actualmente, la fábrica tiene una capacidad para confeccionar 500 pantalones diarios, mientras que por el proceso de lavado -que podría llegar a los 20.000 pantalones diarios- actualmente pasan más de 5.000 vaqueros al día.
«Estamos contentos, pero sacar todo adelante cuesta mucho» y lo hacen «ajustando márgenes», aunque «está mereciendo la pena».