El CD Toledo, por fin, ha salido de la cueva. Después de más de un mes sin probar las mieles de la victoria, los toledanos fueron netamente superiores a su contrincante, un Villarrobledo agazapado atrás y sin colmillo en la zona ofensiva. Cierto es que el equipo verde se impacientó en el momento de definir. Sin embargo, de tanto insistir, encontró el premio del gol en el minuto 77 mediante una pena máxima efectuada por Manu Gavilán.
Por temor a capítulos malignos del pasado, el aficionado acérrimo al Club Deportivo Toledo llegó al Salto del Caballo reflexivo, calmado. A no prender fuego y con ganas de dar un golpe encima de la mesa para ver el renacimiento, ‘in situ’, del cuadro imperial. Porque… recibir de uñas al equipo no tenía sentido alguno -y no se llevó a cabo- pese al último mes aciago de competición que distaba mucho del objetivo trazado en la Ciudad Imperial. El agua ha vuelto a su cauce habitual.
A Alfredo Santaelena, que durante su largo periplo como jugador y entrenador se ha enfrentado a todo tipo de anomalías, no le tembló la mano a la hora de edificar el once titular para combatir contra un CP Villarrobledo en dinámica claramente ascendente. La alineación escogida, a decir verdad, resulta bastante familiar, aunque sufra siempre pequeñas modificaciones semana tras semana. Nada que se salga del límite de lo normal.
El Toledo no titubeó y saltó al rectángulo de juego a ser protagonista, a liderar. En todo caso, los primeros compases, que fueron muy accidentados, apenas dieron rienda suelta al armamento que atesora el conjunto verdiblanco. Sí se pudieron contabilizar varios centros laterales desde ambos costados sobre el área foránea. Pero, a la mayoría de ellos, les faltaba sustancia. Con el Villarrobledo parapetado atrás, Stevens selló un envío a Mazzocchi que puso en alerta a la zaga. En cambio, el testarazo del ariete argentino murió por arriba de la portería.
Ya en la víspera del ecuador del primer periodo, y cuando la tendencia se mantenía en el encuentro sin cambiar ni un ápice, Tamayo dispuso de un balón en boca de gol que terminó rematando mal. La posesión, que hablaba a favor de los toledanos, no se traducía en ocasiones de serio peligro. Así que, en un despiste, el equipo de Sergio Aracil obtuvo una falta a favor que tuvo a Carmelo como lanzador estrella. Eso sí, el disparo no sacó de sus casillas a Dani Simón.
Pepe Delgado, lesionado
Cada minuto que pasaba en el marcador, recargaba todavía más el bidón de la desesperación en la afición del CD Toledo. Un cuadro que, acostumbrado a secarse en las últimas jornadas, apenas ponía en apuros al meta roblense. Así las cosas, las gradas del feudo capitalino, que veían a un Toledo gris en los metros decisivos, se fueron enfriando hasta el tiempo de asueto. Para más inri, antes del pasaje por vestuarios, Pepe Delgado se marchó lesionado (entró Álvaro). Duro castigo.
En la apertura de los segundos 45 minutos, el control continuó en el lado verde. Y, en cierto modo, se avistó una mejoría local en la zona atacante. Daba la sensación de que las jugadas llevaban más trazas de causar estragos a un CP Villarrobledo que siguió firme en la idea de no hacer aguas en defensa. Luego, cuando recuperaba la pelota, salía al contragolpe siendo muy consciente de lo que tenía a sus espaldas. Los albaceteños no querían arriesgar bajo ningún concepto.
Mientras que el Toledo estaba intentando descifrar la clave para abrir la lata, el elenco rojillo se quedó con un hombre menos: Dani Rivas vio la doble amarilla en el 59’. Ante esa panorámica, Chupi y Gavilán ingresaron al tapete. Pero quien realmente acarició el desempate fue Mazzocchi, que envió un balón al larguero. A partir de ahí, el Villarrobledo comenzó a rascar segundos en el luminoso. El partido, obviamente, se le iba a hacer eterno. Y se le enroscó.
Gavilán decide desde los once metros
Con los verdiblancos volcados sobre la portería de Chori, Chato le negó el tanto a Álvaro después de que el zaguero despejara la bola en pleno área chica. ‘Ipso facto’, Chupi, que nunca desiste, provocó una pena máxima que, al final, lanzó con sangre de hielo Manu Gavilán. No falló. Respiró hondo todo el Salto del Caballo. Pese a que el Toledo tuvo oportunidades para ampliar su ventaja, el marcador no mutó, dándose así una victoria capitalina que debe ser sanadora de cara a las jornadas venideras (ahora, los de Santaelena ven algo más cerca al líder, el CD Quintanar del Rey).
Ficha del partido
CD Toledo: Dani Simón, Stevens, Iván González, Sergio González, Luna (Chupi, minuto 64), Rodri, Reguera, Pepe Delgado (Álvaro, minuto 35), Tamayo (Gavilán, minuto 64), Angelito y Mazzocchi (Óscar, minuto 89).
CP Villarrobledo: Chori, Carlos Martínez, Chato, Carrasco (Enzo, minuto 80), Carmelo, Leomar (Kevin, minuto 58), Dani Rivas, Pepe (Sanz, minuto 80), Loren, Vives (Fran Minaya, minuto 83) e Iván Garrido.
Tarjetas: Iván González (amarilla, 22’), Dani Rivas (amarilla, 44’; doble amarilla 59’), Sergio González (amarilla, 61’), Chori (amarilla, 67’), Kevin (amarilla, 68’), Dani Simón (amarilla, 88’), Enzo (amarilla, 90’).
Goles: 1-0, Gavilán (minuto 77).
Texto: Mario Peñalver