El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha subrayado este lunes en Munera (Albacete), en el acto institucional del Día para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, que el camino pasa por la igualdad y la unidad política.
«Desde que nacemos hasta que nos vamos somos radicalmente iguales», ha subrayado el presidente en un alegato en el que ha argumentado que «parte muy importante de la desigualdad que hay en el mundo no la genera ni un dios ni la naturaleza, sino el propio ser humano cuando considera que está por encima».
En este sentido, García-Page ha recordado que Castilla-La Mancha fue la primera región de España con un plan de convivencia e igualdad para sus centros educativos.
Así, el presidente ha explicado que la igualdad no implica que no haya diferencias entre unas personas y otras sino que «se trata de una actitud y un compromiso, de humildad, de que ninguno estamos por encima de otro».
«Esto tendría que unir a la izquierda y a la derecha», ha dicho García-Page en un discurso en el Auditorio de Munera en el que ha insistido que esa igualdad a la que ha apelado necesita leyes, seguridad y educación para alcanzarla.
El presidente de Castilla-La Mancha se ha referido a que únicamente el ocho por ciento de las mujeres denuncia esa violencia, lo que lo ha llevado a señalar un reto: lograr que el cien por cien pida ayuda para alcanzar la meta de las cero víctimas.
Finalmente, García-Page ha censurado todo tipo de violencia, y en este sentido se ha referido a la red de centros de atención a víctimas de violencia sexual, que el próximo miércoles contará con un nuevo recurso en Ciudad Real.