«Los medios de comunicación nos informaban de que durante la Semana Santa, en Hospitalet, se han desarrollado ‘procesiones laicas’, es decir, aquellas en las que las personas que procesionan no tienen nada que ver con la Iglesia Católica y no están sometidas a Hermandades y Cofradías. En el resto de España, que sepamos, si se está incardinado en la Iglesia y los estatutos han sido sometidos a la aprobación de la autoridad eclesiástica. Incluso disponen de un consiliario.
Uno, como católico de base, no entiende el sentido de estas procesiones laicas. Creo que si salgo en una procesión es porque lo siento, por voluntad propia, pero al mismo tiempo me debo a una disciplina, a unas normas, a unos estatutos y no puedo ir por libre. La religión, como la política y demás asuntos de la vida no me permite ir por libre. Y por supuesto no entro en otros asuntos personales en materia de fe, pero no me suena. Es como las comuniones o confirmaciones laicas. Dejémonos de expresiones fútiles e insulsas. Uno es una cosa o no, lo manifiesta con obras y lo demás son tontadas, que decía un amigo mío.
Y al hilo de este comentario me centro en las procesiones normales. He asistido en Toledo a la del Jueves Santo y estaba el casco histórico, el recorrido procesional, Toledo, al completo. Y había muchas personas que participaban- vamos a decir presenciaban- la procesión. Me dije, hace dos horas, en mi parroquia y en cualquier otra de la ciudad, no pasábamos de unos cientos de participantes en los cultos. Los datos de participación no son extrapolables de una caso a otro. Lo que me lleva a decir que, con las lógicas excepciones, la mayoría de las personas que presencian el paso de las procesiones lo hacen por costumbre, por entretenimiento y desde un aspecto cultural, no por un motivo estrictamente religioso. Es una forma más de hacer turismo.
Lo auténtico de la Semana Santa, con respeto a los demás actos, se centra en los cultos que se celebran en las iglesias. Sin menguar méritos a nadie, pero centrémonos en lo importante y dejémonos de procesiones laicas y otras expresiones que puedan confundir a alguien.
Dicho esto, ¡Feliz Pascua de Resurrección a todos! Es lo más hermoso e importante que tenemos los cristianos. Ojalá Dios nos aumente la fe y los hombres de la tierra nos amemos y respetemos».
Carlos Martín-Fuertes.