La Asociación de Ayuda al Endeudamiento ha logrado que matrimonio de Toledo afectado por el boom inmobiliario consiga el perdón de 240.000 euros, incluyendo una hipoteca abusiva, logrando terminar con éxito el proceso en apenas 10 meses.
Durante todo el proceso, desde el año 2020, han podido vivir en su casa sin pagar nada hasta cumplir su objetivo de entregarla a cambio del perdón del 100% de las deudas.
Cómo solventar una situación de crisis financiera
Desde que adquirieron su vivienda hace varios años, las circunstancias económicas no han sido favorables para ellos. La combinación de una hipoteca elevada y un empleo con salarios bajos ha aumentado la presión financiera, dificultando llegar a fin de mes.
En los últimos meses, el matrimonio ha tenido que hacer frente a retrasos en los pagos, lo que ha generado una espiral de deuda y preocupaciones sobre la posibilidad de perder su hogar.
El caso del matrimonio pone de manifiesto la creciente problemática de las familias que, a pesar de esforzarse por cumplir con sus responsabilidades económicas, se ven atrapadas en una trampa de deuda debido a la desajustada relación entre sus ingresos y los altos costos asociados a la adquisición de una vivienda.
Tal y como explica Pepe Domínguez, abogado de Ayuda Endeudamiento, “el importe del préstamo, frecuente en las operaciones firmadas en la época, supera con creces el valor real de la propiedad”. Además, prosigue Domínguez, “los altos intereses contratados y la caída de los precios de la vivienda dieron lugar a una situación de insolvencia de nuestros asociados, que intentaron en su día amistosamente la dación en pago”.
Estudiado el caso con minuciosidad, los letrados de la Asociación les aconsejaron comenzar el procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad, procedimiento por aquel entonces casi desconocido en nuestro país.
Lograr la sentencia del perdón de las deudas sin perder la casa
La estrategia a llevar estaba clara: liquidar la vivienda en concurso de acreedores a cambio de la cancelación, no solo del préstamo hipotecario, sino de toda la deuda pendiente. Además, con el inicio del procedimiento los deudores podían dejar de pagar sus préstamos y seguir disfrutando de su vivienda mientras durase el procedimiento.
El proceso tiene unos pasos marcados: se presenta la demanda de concurso en los Juzgados competentes solicitando la apertura de un “concurso de acreedores». En este punto, el juzgado consideró que no era necesaria la liquidación de la casa dentro del proceso si no que exoneraba toda la deuda a expensas de una Ejecución Hipotecaria.
La sentencia de exoneración ha dejado sin efecto los 240.145,61 euros que debían los concursados. Desde ahora, los acreedores de los asociados no pueden reclamar nada más ni incluir a los ex-deudores en ficheros de morosos.