Ojo cuando vaya a sacar dinero del cajero y los billetes no salgan. Porque puede ser víctimas de la actuación de delincuentes que colocan cepos para retenerlos y que luego sean ellos los que se los lleven. La Policía Nacional ha detenido en Toledo a dos individuos que se dedicaban a estos menesteres.
El gancho lo introducen en el dispensador de billetes para que no salgan. Luego los delincuentes regresaban y conseguían sacar tanto el cepo como el dinero.
Manipulaban los cajeros automáticos de las entidades financieras instalando cepos o arpones capturadores, que en realidad son dispositivos de fabricación casera que se introducen en el interior del cajero, dentro del dispensador de billetes, y que consiste en una chapa con dos pares de lengüetas, entre las que queda atrapado el dinero de forma que el cliente no puede acceder a él y que impiden igualmente que los billetes regresen al interior del cajero. Lo que les permitía regresar a la sucursal y extraían el artilugio con todo el dinero que había quedado atrapado.
Por ello han sido detenidos dos hombres, quienes son los presuntos autores de la instalación de ocho cepos en otros tantos cajeros de la ciudad de Toledo. Y que se detectaron, uno en la Ronda de Buenavista y el resto en el barrio de Santa Teresa. Los ladrones habían conseguido, gracias a este método, nada menos que 4.000 euros.
Para poder introducir el cepo tenían que abrir la tapa del dispensador de billetes, lo que hicieron con una tarjeta de crédito de una tercera persona que no tiene relación alguna con los autores.
Los hechos fueron cometidos en enero de este mismo año y fue el pasado 5 de abril cuando agentes de la Policía Nacional fueron informados de la presencia de dos individuos que despertaban sospechas por su actitud cuando se encontraban por la Ronda de Buenavista. Les siguieron y realizaron una discreta vigilancia hasta que llegaron al barrio de Santa Teresa, donde los policías comprobaron que accedían al cajero de una entidad y manipulaban el cajero instalado en la fachada exterior de la oficina.
Los pillaron prácticamente con las manos en la masa, ya que se incautaron de los cepos.