La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Marta García de la Calzada, ha destacado los planes de restauración de las explotaciones mineras, porque contribuyen a que la minería sea una actividad «segura, competitiva, pero también respetuosa con el medio ambiente», tanto en el proceso productivo como una vez que se acaba la extracción, «para restituir los terrenos que han sido explotados a las circunstancias iniciales en que se encontraban».
Marta García, que ha visitado las labores de restauración del coto minero de Villarrubia de Santiago, lo ha definido como un claro ejemplo de que las empresas del sector minero de Castilla-La Mancha se están adaptando a las exigencias de seguridad, compatibilidad ambiental y competitividad.
La constitución de este coto, ha explicado la consejera, se ha hecho «aunando los esfuerzos de tres empresas de extracción minera, para llevar a cabo un proyecto de restauración que se va realizando paralelamente a la actividad extractiva».
A su juicio, se trata de «unir fuerzas y emplear las sinergias de varias empresas» para, a través de esa figura del coto minero, obtener también resultados medioambientales. En el caso concreto de Villarrubia de Santiago, se han restituido los terrenos y la vegetación, y se ha contado con la colaboración de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Po último, la consejera ha resaltado que Castilla-La Mancha se sitúa en el ranking nacional como la quinta comunidad autónoma en estaciones de mineral no energético, con 338 explotaciones, subrayando la importancia económica que esto conlleva.