domingo, 29 de septiembre de 2024
En Tarazona de la Mancha (Albacete) 13/04/2015junio 8th, 2017

Las agredían físicamente y no las pagaban, además de traficar con drogas y utilizar a las mujeres como «camellos», ya que tenían que transportar la droga en el interior de la vagina para así evitar que los pillaran. Por fortuna, la Policía Nacional ha desarticulado a esta red, que operaba en un club de alterne de la provincia de Albacete, deteniendo a seis personas, liberando a las siete mujeres que eran víctimas de la organización y a un bebé de solo seis meses, hija de una de ellas.

 


Tal y como ha informado la Dirección General de la Policía en un comunicado, el grupo había montado una red que se dedicaba a la trata de mujeres de nacionalidad rumana para su explotación sexual. Las obligaban a prostituirse y doblegaban su voluntad mediante todo tipo de agresiones físicas y además no las pagaban por su «trabajo».

Una investigación que comenzó en octubre de 2014 en Rumanía, cuando varias mujeres denunciaron que habían sido engañadas para venir a España a trabajar, porque en realidad las obligaban a ejercer la prostitución. Entre ellas, una mujer que había hablado con su hija, quien le dijo que se encontraba con su bebé de seis meses retenida en un club de alterne de Tarazona de la Mancha (Albacete).

La Policía rápidamente procedió a la localización de esta mujer, a la que liberaron. Lo que permitió que conocieran que, efectivamente, existía un clan, compuesto en su mayoría por ciudadanos rumanos y que captaban a las mujeres con engaños, ya que en su país les prometían que vendrían a España a trabajar como limpiadoras o en las labores del campo. Y a las que captaban en España, y que ya ejercían la prostitución, lo hacían con la promesa de que iban a trabajar en grandes clubes de alterne donde existían una distinguida clientela.

ERAN TRASLADADAS A UNA NAVE AGRÍCOLA UTILIZADA COMO CLUB DE ALTERNE

Cuando aceptaban la propuesta, eran trasladadas a una nave agrícola situada en medio de plantaciones y que habían habilitado como un club de alterne, donde eran obligadas a ejercer la prostitución sin recibir nada a cambio y en pésimas condiciones de higiene y salubridad, sin calefacción ni agua caliente.

Si alguna se negaba, era agredida físicamente hasta doblegar su voluntad. Incluso alguna se vio forzada, según declaró, a mantener relaciones sexuales con el líder del clan mediante el uso de la violencia.

UTILIZADAS COMO CAMELLOS

No acababa ahí el calvario de estas mujeres. Puesto que como el grupo también se dedicaba al tráfico de drogas, utilizaban a las mujeres como «camellos», obligándolas a llevar la droga en el interior de sus vaginas y así pasar los posibles controles policiales.

Tras la detención de todos los miembros del clan se procedió al registro del prostíbulo, donde se incautaron de armas blancas, dispositivos electrónicos, móviles de última generación, drogas y útiles para su corte.

Los policías nacionales, entrando en el prostíbulo habilitado en Tarazona de la Mancha (Albacete).

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